Louzán y Lores exhiben el "aval social" a la planta de compostaje como alternativa parcial a Sogama
"Nace con buen pie", afirma el alcalde de Pontevedra - "No tiene vuelta atrás", sostiene el presidente de la Diputación - Comunidades de montes, federaciones vecinales y grupos ecologistas fueron testigos de la firma

Comuneros, vecinos y ecologistas fueron testigos de la firma del protocolo de colaboración. // R. Vázquez
B. MÁRQUEZ | PONTEVEDRA
El presidente de la Diputación de Pontevedra y el alcalde de Pontevedra, Rafael Louzán y Miguel Fernández Lores, firmaron ayer en el Pazo Provincial el protocolo de colaboración para promover la construcción de una planta de compostaje que dé servicio a la ciudad del Lérez y a los concellos adheridos al incipiente Servizo provincial de recogida y tratamiento de residuos domésticos y gestión de puntos limpios. Al acto asistió una treintena de representantes de comunidades de montes, federaciones vecinales, colectivos de mariscadoras y asociaciones ecologistas con las que se quiso escenificar el consenso social que suscita la iniciativa, calificada por Louzán y Lores como "un ejemplo" de colaboración entre dos instituciones cuyos titulares, adversarios político (del PP y BNG) son capaces de avanzar en proyectos que contribuirán a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que en este caso tiene el objetivo de servir de alternativa parcial, o al menos de complemento, a Sogama.
El entendimiento entre el ala nacionalista del gobierno local y el gobierno provincial popular (que se repite tras los casos del puente de Monte Porreiro o la ronda urbana, por ejemplo) es acogido entre el escepticismo y la crítica por el grupo municipal socialista que no solo duda de la viabilidad de la planta de compostaje sino que califica el proyecto de "electoralista".
Lores fue el primero en tomar la palabra tras la firma del convenio para construir la planta de compostaje y lo hizo para afirmar que "nace con buen pie" por el consenso social que suscita, lo que habría quedado en evidencia con los numerosos testigos del acto; porque es fruto de la colaboración de dos instituciones (Concello y Diputación) y no tiene enfrente a la Xunta, porque es una apuesta por la recuperación y reutilización de los residuos sólidos orgánicos lo que contribuirá a mejorar la calidad ambiental y en consecuencia la calidad de vida de los pontevedreses. Además la UE ha marcado como objetivo para el año 2020 la obligatoriedad de compostar al menos el 25% de los residuos orgánicos.
Por su parte Rafael Louzán apuntaba que "se ha dado un paso en un camino que no tiene vuelta atrás" y que el proyecto nace con el aval de la Xunta de Galicia "al coincidir con la línea de trabajo del nuevo plan de residuos autonómico". La firma de ayer estuvo precedida de un año de contactos y trabajos preliminares impulsados de manera directa por los diputados provinciales César Mosquera (BNG) y Ana Isabel Vázquez (PP). Ambos grupos políticos trabajaron en esta apuesta a raíz del proyecto de nuevo consorcio provincial de recogida de basuras, un servicio intermunicipal al que se han adherido hasta el momento una veintena de concellos lo que, en principio, permitirá disponer, junto con los desechos orgánicos generados en Pontevedra, de una "masa crítica" suficiente para, en principio, garantizar la viabilidad económica del proyecto.
Ratificación plenaria
El protocolo firmado ayer para la construcción de una planta de compostaje en Pontevedra deberá ser ratificado por el pleno municipal, lo que se considera un mero trámite habida cuenta que, a pesar de los recelos del PSOE, el proyecto contará con el plácet de los nacionalistas y populares al igual que ocurre en la corporación provincial.
Todavía que da mucho camino que recorrer pues como apuntaba ayer Rafael Louzán, a pesar del trabajo previo, se deberán definir todavía cuestiones tan importantes como: la capacidad de la futura planta de compostaje, la tecnología que se va a utilizar, la inversión necesaria para sacar adelante el proyecto y cómo se va a financiar y el destino definitivo del compost.
Paralelamente al trabajo técnico de definición, tanto el Concello de Pontevedra como la Diputación se comprometen a desarrollar iniciativas de concienciación y sensibilización social sobre la importancia de la recuperación y reutilización de los residuos orgánicos y sobre la necesaria implicación de los ciudadanos en una apuesta cuyo éxito dependerá en buena medida de la separación de residuos en origen, es decir, en el hogar. "El proyecto requerirá de la implantación de un nuevo contenedor, que será de color marrón, en el que los vecinos tendrán que depositar los restos orgánicos correctamente en el hogar" apuntaba ayer el presidente provincial que citaba expresamente como ventajas: la reducción de la incineración de residuos sólidos urbanos, con la carga contaminante que conlleva y de los grandes desplazamientos para llevar la basura a la planta de Cerceda.
Aplauso ecologista
Entre los testigos de la firma del protocolo para construir la planta de compostaje estaba una representante de la Asociación para a defensa ecolóxica de Galicia (Adega) que valoró la iniciativa interinstitucional como "una vía de esperanza para los concellos que buscan alternativas a la dictadura de Sogama y de la incineración".
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