Churra, de MasterChef: "Me tiemblan las rodillas cuando el jurado cata mis platos"

El programa de Televisión Española MasterChef traslada hoy los fogones a Lisboa. Los aspirantes a tendrán que cocinar recetas clásicas de la cocina lusa como el bacalao o los pasteles de Belem. Los responsables del espacio televisivo en el que participa la pontevedresa Churra avanzan que "les visitará el chef portugués, con 24 años y una estrella Michelin, Miguel Rocha. En el plató, el repostero Christian Escribà y su torre Eiffel de macarons añadirán al programa una dosis de azúcar y dificultad. Y en la eliminación Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera podrían dar una sorpresa en el momento más decisivo". Así que se comprende que la cocinera afincada en la ciudad del Lérez se reconozca un manojo de nervios ante el reto.

-¿Cuándo surgió su afición por la cocina?

-Cuando me casé. Veía a mi madre hacer cosas en la cocina, pero yo no entraba tanto como ahora. Cuando me casé, hace 48 años, mi madre me empezó a ayudar porque apenas sabía nada. Yo en esa época estudiaba y no mucho, porque siempre he sido muy vaga a la hora de estudiar (risas).

-¿Cuál es su plato favorito?

-Me encantan el pescado, las carnes rellenas, los estofados y los guisos. Las comidas de todos los días.

-¿La receta que mejor le sale?

-No sé cual es. Una vez, en casa, hice una pechuga de pavo rellena con salchichas, membrillo y manzanas, acompañada de salsa de membrillo y queso de tetilla con oporto, que me salió riquísima. Casi nunca hago una receta igual, siempre le cambio algo y le doy algún toque diferente.

-¿Y la que se le resiste?

-Las recetas de cocina tailandesa, porque no las hago mucho y no estoy muy acostumbrada. También se me resiste el sushi. En casa, tampoco hago muchos arroces y fideguás, soy más de hacer recetas con patatas.

-¿En casa cocina usted? ¿Qué le piden especialmente que prepare?

-Sí, cocino yo. A mi familia le da igual el menú, siempre que sea algo más especial. A mi familia le encanta el solomillo con base de patatas y champiñones, con salsa de nata, pepinillos picados y un poco de tabasco. Es una receta de Samantha.

-Diséñeme un menú para conquistar

-La empanada gallega me chifla. De bacalao y pasas está buenísima. La puedes hacer también con lomo. Se puede servir fría o caliente. No soy mucho de postres, pero a mi marido le encanta la tarta de manzana y la tarta de queso que hago.

-¿Por qué decidió presentarse al programa de televisión?

-Nunca se me pasó por la cabeza, pero mi hija me animó porque me gusta mucho la cocina. Pensaba que estaba loca, porque al programa van cocineros impresionantes. Ella me apuntó y ahí me vi metida en todo ese lío (risas).

-¿Confiaba en ser seleccionada?

-En un principio no, como tardaron en citarme para el casting perdía la esperanza. Según pasaba las pruebas, fui cogiendo confianza. En el macrocasting de Barcelona, cuando me dieron la cuchara de madera, me encontré genial. ¡No me lo creía! Llegar hasta ahí fue lo máximo, teniendo en cuenta toda la gente que se había presentado.

-¿Imponen las cámaras o lo suyo no es la timidez?

-Me imponen muchísimo las cámaras, pero sobre todo me pongo nerviosa con el reloj. En la cocina de mi casa me encuentro comodísima y en la del programa no. No soy capaz de hacer un plato como realmente me sale en casa. Entrar en el supermercado tampoco es fácil, como tenemos muy poco tiempo, siempre se me olvida algo. Además, siempre me tiemblan las rodillas cuando el jurado cata mis platos.

-Tengo entendido que su proyecto es montar un restaurante ¿cómo le gustaría que fuese?

-Ahora, después de ver cómo es la cocina profesional? Mi sueño era montar un restaurante con mi hija con mesas pequeñas, con velitas? Pero ahora sé que la cocina es muy sacrificada.