Es una carretera "innecesaria" y que no se ajusta al patrón de circunvalación con la que se publicita, que dañará acuíferos y minas de agua esenciales para la comunidad y que causará importantes daños, cuando no irreversibles, al patrimonio cultural y natural de todos. Con este análisis como telón de fondo, vecinos del lugar de Pintos, de la parroquia de Marcón, presentaron ayer en Carreteras del Estado alegaciones a la Evaluación Ambiental de la futura autovía A-57, que unirá Pontevedra con Vigo.

Las alegaciones presentadas se centran en el tramo viario de 6,5 kilómetros, que unirá Vilaboa y A Ermida y que formaría parte de la llamada circunvalación de Pontevedra.

Los afectados de Pintos plantean al Ministerio de Fomento que la denominada ronda de Pontevedra, que ya es una realidad, en el tramo que enlazará O Marco con Montecelo y Príncipe Felipe hace "innecesaria" la A-57 pues está previsto que hacia el norte siga un trazado parecido y paralelo al de la autovía "si bien más acorde con la trama periurbana del rural y más respetuosa con el medio ambiente" señalan los vecinos que además recuerdan que la proyectada ampliación del puente de Rande podrá absorber el tráfico hacia o desde Vigo. Una tesis que aprovechan para pedir a Fomento que libere de peaje el tramo de la AP-9 entre Pontevedra y Vilaboa.

Los vecinos de Pintos que ayer alegaron la Evaluación Ambiental de la futura A-57 hicieron hincapié en los perjuicios patrimoniales que acarreará el trazado recomendado, no solo a ellos sino a todos los habitantes de A Ermida, Pintos, Tomeza y Vilaboa. Hacen especial hincapié en el "deterioro irreparable del entorno y en el impacto severo de especial gravedad en el patrimonio artístico y etnográfico en sus dos extremos: al sur, en Vilaboa, sobre el Camino de Santiago y la Vía Romana XIX y al norte en el lugar de Pintos sobre el Camino Real de Ribadavia (ruta de los Arrieros)".

La afectación de la obra a las minas de agua también preocupa a unos vecinos que dependen de los acuíferos para su abastecimiento y que es vital para la preservación de pequeñas agrupaciones de robles que conforman el hábitat ideal de determinados anfibios y plantas algunos de ellos en peligro de extinción.

Los vecinos de Pintos han iniciado contactos con otros colectivos de afectados para intentar frenar una obra que consideran, sin duda, lesiva para sus intereses y para los de todos.