Con las expropiaciones de los terrenos realizadas en noviembre pasado (aunque pendientes del primer pago) y a las puertas de afrontar la licitación de las obras, el Ministerio de Fomento acaba de iniciar el proceso público de evaluación del impacto ambiental del primer tramo de la futura circunvalación de Pontevedra, entre Vilaboa y A Ermida (Marcón). Este procedimiento, que se realiza por la vía de urgencia, llamó ayer la atención en el gobierno local por su "desfase" en todo el calendario de tramitación de autovía A-57, en la que se incluye la circunvalación. Fuentes municipales apuntaron que la evaluación ambiental del proyecto "tendría que estar realizado hace más de un año". En todo caso, estas mismas fuentes insisten en que "la ministra Ana Pastor mantiene su voluntad de sacar adelante" una obra que ya acumula años de retraso.

El Boletín Oficial del Estado publicó ayer el anuncio de la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia por la que se aprueba provisionalmente la "Integración de la Evaluación Ambiental del proyecto Vilaboa-A Ermida de la autovía A-57", al tiempo que se ordena exponer durante treinta días hábiles el estudio por el que se calibra y mide el impacto ambiental que tendrá esta infraestructura, tanto durante la fase de ejecución como durante su actividad posterior. Se considera que es un paso final antes de abonar las expropiaciones y licitar los trabajos.

El tramo Vilaboa-A Ermida es, con diferencia, el más avanzado de todos los que conforman la futura autovía A-57, toda vez que su proyecto constructivo, con trazado y presupuestos definitivos, está aprobado desde hace casi un año desde el 9 de abril de 2013, y las expropiaciones se realizaron entre octubre y noviembre pasado en Vilaboa y Pontevedra. Consta de 6,4 kilómetros y alcanza un presupuesto de licitación de 84.750.000 euros. Este primer sector de la circunvalación contará únicamente con dos enlaces, al principio y al final del tramo. Comenzará en A Ermida, con una nueva rotonda en la carretera de Ponte Caldelas y un enlace "mediante la tipología de diamante con glorieta única". El otro enlace permitirá unir la circunvalación con la N-550 en Figueirido y obliga a crear un ramal de dos carriles entre ambos viales de 1,8 kilómetros. Incluye una gran rotonda en la A-57 y se remodelará el enlace de conexión con la AP-9 en el área de peaje de Vilaboa, con varias rotondas a ambos lados de la N-550.

Afecta a unas 900 fincas en las parroquias de Marcón, Tomeza y Canicouva. Las comunidades de montes de las tres parroquias son propietarias de muchos de los terrenos afectados. Así, la de Marcón figura en una decena de parcelas que suman más de 44.000 metros cuadrados, mientras que a los comuneros de Tomeza se les expropian cinco terrenos, de 25.000 metros cuadrados conjuntamente. Por su parte, en la pequeña parroquia de Canicouva, el proceso afecta a dos fincas que suman unos 2.500 metros. También resulta llamativo el elevado porcentaje de fincas cuyos dueños aparecen como "desconocidos", ya que son más de setenta solo en Pontevedra. Algunos de estos terrenos son incluso de gran tamaño, como una que supera los 20.000 metros cuadrados.