En el último lustro la APLU ha ejecutado un total de 33 derribos en los concellos del área de influencia de Pontevedra. Sin duda, la mayor parte de las actuaciones se llevaron a cabo en el Concello de Sanxenxo, en donde acabaron víctimas de la piqueta un total de 14 edificaciones por orden de la Agencia de Protección Urbanística.

Otros tres municipios figuran con cuatro reposiciones de la legalidad cada uno. Se trata de Pontevedra, Vilaboa y Poio. Curiosamente, estos tres concellos son los últimos en los que actuó la APLU. Los cinco derribos que constan en la comarca el pasado año se ejecutaron en dos de ellos en Vilaboa, dos en Pontevedra y un quinto en Poio.

Marín registró tres demoliciones y Caldas dos. Por último hay que sumar una actuación en Campo Lameiro y otra en Barro.

La mayoría de los inmuebles que acabaron reducidos a escombros son viviendas unifamiliares. Es rara la demolición de grandes infraestructuras o de otro tipo de establecimientos aunque son destacables la destrucción del armazón de un edificio en Poio o el derribo en 2010 del tanatorio de Montecelo en Pontevedra. También ha caído víctima de la piqueta alguna nave industrial de pequeño tamaño, cierres de fincas o incluso se ordenó eliminar rellenos de tierra ilegales.

Muchas de las viviendas eliminadas eran estructuras prefabricadas o de madera.

Las principales infracciones: la construcción de viviendas en suelos con protección de Costas o en terrenos rústicos.