Pontevedra es una ciudad longeva pero también es la más joven de toda la comunidad autónoma lo que no le impide ser una urbe de cuarentones. Según los últimos datos de población que recoge el IGE sus habitantes toenen una edad media de 42,2 años: de 40,4 años si se habla de un varón y de4 3,9 si se trata de una mujer.

En el lado opuesto, como la urbe más enevjecida, se sitúa Ferrol cona edad media de 46,7 años, que se elevan a 48,8 si se trata de una mujer. Tras la ciudad departamental se encuentran Ourense y A Coruña que rivalizan por el segindo puesto con 45,2 y 45,1 años respectivamente. Tras ellas completan la relación, instalados en una media que supera los 43 años: Lugo (43,8), Santiago (43,7) y Vigo (43,3) y por último y por debajo de esta barrera, Pontevedra.

La "juventud" de la ciudad del Lérez no implica que sea ajena a comportamientos vitales estandarizados en el conjunto de Galicia y del Estado como puede ser el creciente retraso de la maternidad o que el número de hijos por mujer no alcance la tasa de reposición demográfica. Según los datos recopilados en el Instituto Galego de Estadística (IGE) las pontevedresas tienen su primer hijo a los 32,8 años, dos por debajo de la media registrada en la comunidad y 1,2 descendientes.

Demógrafos e investigadores sociales asocian ambas circunstancias a la desaparición de las familias extensas en las que todos cuidan a todos y propias de sociedades rurales; la promoción de la mujer en el ámbito público parejo a la posibilidad de decidir cómo y cuando tener hijos y a la falta de una cobertura social propiciatoria para afrontar la maternidad. A todo ello se une en los últimos años una profunda crisis económica y laboral que deja en segundo plano el objetivo de crear una familia.

En cualquier caso la capital de la provincia mantiene un saldo vegetativo positivo ininterrumpido (se registran más nacimientos que defunciones) desde el año 2001.