Las pymes locales -nueve de cada diez empresas de la ciudad y la mayoría adscritas al sector servicios- resisten "al límite" en espera de un repunte el consumo que no acaba de llegar. El objetivo es "intentar aguantar" reconoce el presidente de la Asociación de empresarios de la pequeña y mediana empresa (Aempe), José María Corujo, quien recalca que sin un aumento en el consumo y con las potenciales líneas de financiación cerradas o inaccesibles, es imposible reactivar negocios o afrontar iniciativas o proyectos empresariales de futuro.

De resistencia empresarial también habla el concelleiro de Facenda, Raimundo González, para asociarla al carácter unipersonal o tradicional de gran parte de las pymes de Pontevedra. "Resistimos mejor porque muchos negocios pertenecen a autónomos o cuentan con un paraguas familiar que les permite subsistir sin empleados" y son ellos, añade, los que están garantizando que "llegado el momento de la reactivación económica, que en algún momento tendrá que ocurrir exista una masa crítica de firmas que puedan crecer y volver a generar empleo que es el gran reto pendiente".

Para avalar esta tesis, González Carballo alude al registro municipal de actividades económicas para señalar que al finalizar el 2013 tenía un número similar, aunque algo más bajo, de asientos que al arrancar el ejercicio: si empezó con 6.013 negocios "vivos" finalizó con algo más de 5.900, una cifra que sin embargo el registro de empresas cotizantes a la Seguridad Social, más estricto, reduce a 5.102.

Igualmente descendió en el año 2013 respecto al ejercicio anterior, en un 5%, el número de empresas pontevedresas que pagaron el IAE (impuesto de actividades económicas), es decir, de firmas cuya facturación anual supera el millón de euros y que, por imperativo legal, deben tributar este impuesto. Fueron 608 sociedades las que saldaron cuentas con el Concello por este concepto, 32 menos que el año anterior aunque "la recaudación no se resintió" aclaró el concelleiro de Facenda, que recuerda que el IAE reporta casi dos millones de euros a las arcas municipales.

González Carballo restó importancia a este ligero descenso en las empresas que pagan IAE, las de mayor movimiento económico,que atribuye a la desaparición de altas temporales de algunas empresas de construcción que deben registrarse en el municipio para optar a obra pública y la liquidación de media docena de constructoras o empresa relacionadas con la construcción y al proceso de concentración bancaria, derivado de la reorganización del mapa financiero gallego y español. "Las oficinas financieras, por ejemplo, aunque sean de la misma entidad constan y cotizan como firmas diferenciadas" explica el responsable municipal.

Por su parte el presidente de la Comercio de Pontevedra, Eduardo Barros, reconoce la existencia de "una estabilidad" en los negocios pontevedreses, lo que se explicaría por una población funcionarial que mantiene el consumo aunque sea más contenido, pero pone el acento en las "graves dificultades" que atraviesan las pymes "muy desgastadas, deterioradas y con unos empresarios que están agotando sus recursos y que, en muchos casos, tienen empeñado su patrimonio personal".

Peores resultados

Construcción, por sexto ejercicio consecutivo, la banca pero también el comercio vivieron un particular año "horribilis" en 2013, coinciden en señalar Corujo Seguido, González Carballo, Una opinión que, en cierta medida, ratifica un reciente informe sobre la evolución del mercado laboral realizado por el Instituto Galego das Cualificacións que cita, en el caso de la ciudad de Pontevedra, entre las actividades con "decrecimiento sostenido" en los tres últimos años las siguientes: la industria manufacturera, el suministro de energía (eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado), el suministro de agua y saneamiento, la construcción y el comercio.

En el lado contrario de la balanza, es decir, como actividades "con crecimiento sostenido" en los últimos tres años, sitúa: la hostelería, las actividades financieras y de seguros, la educación y las actividades sanitarias y de servicios sociales.

El Instituto Galego das Cualificacións pone sobre la mesa, aunque con evoluciones contrarias, dos de los sectores que, a pesar de la crisis que no cesa, mantienen en buena medida la economía y el empleo locales: el comercio y la hostelería, un protagonismo "dinamizador" que no pierden toda vez que la administración, el principal "empleador" de la ciudad está cercada por los recortes y ajustes presupuestarios, y la renqueante industria (automoción, textil, metal, naval) y la construcción no encuentran fórmulas para regenerarse.

El presidente de Aempe, José María Corujo, no se muestra sorprendido por el dictamen del Instituto das Cualificacións, organismo dependiente de la Consellería de Traballo: "Es una visión muy gráfica de lo que se ve en las calles de Pontevedra: bares y terrazas llenas, comercios vacíos y mucha gente paseando con pocas compras en la mano".

Eduardo Barros, presidente de la Cámara, discrepa de la evolución al alza apuntada para el sector de la hostelería. En su opinión las empresas que tienen un mejor comportamiento económico en la ciudad, al igual que ocurre en la provincia y en Galicia, son las de alimentación y las que desarrollan una actividad exportadora ve un potencial por explotar en el turismo. "Mientras no repunte el consumo interno serán las actividades con ingresos del exterior las que estén mejor posicionadas".

Mapa empresarial

El tejido empresarial pontevedrés queda dibujado en el desglose sectorial de actividades económicas del registro de cotizantes a la Seguridad Social en el que se encuentran, entre otros: 980 comercios, 416 negocios de hostelería (bares y restaurantes su práctica totalidad), 297 relacionados con la construcción, 173 firmas manufactureras o 124 de transporte y almacenamiento.

Esta relación de actividades dibujan un escenario empresarial de la capital consolidado pero que - aunque en estos momentos luche por la supervivencia- está obligado a responder a la demanda de nuevos servicios que reclaman ciudadanos y empresas. En este contexto los profesionales ligados a actividades jurídicas y contables pero también a servicios administrativos, de internacionalización y nuevas tecnologías se abren paso en gran parte de la mano del autoempleo y el emprendimiento.

La demanda creciente de prestación de servicios personales y empresariales en Pontevedra, unido a su carácter de ciudad administrativa, explican la proliferación de oficinas técnicas y despachos profesionales: 809 si tomamos como referencia indirecta los recibos de agua que están catalogados por actividad y tipo de uso que se hace del suministro.

La crisis que estalló en 2008 se ha llevado por delante o dejado bajo mínimos la poca industria de la ciudad y la comarca y un sector como la construcción que llegó a rivalizar en peso laboral con el comercio y la hostelería y se ceba ahora en un sector servicios que resiste y lucha por reinventarse.