Pronto se cumplirán cinco años de aquella mañana del 29 de abril de 2009 en la que Pontevedra amaneció conmocionada al descubrirse en un piso de Amado Carballo los cadáveres de dos mujeres de nacionalidad china que presentaban evidentes signos de violencia. Tuvo que pasar un año para que la concienzuda investigación desarrollada por la Policía Nacional diera sus frutos y se produjera la detención de uno de los sospechosos de haber participado en aquellas dos muertes. En abril de 2010 era detenido Zhang Hai Jie, un ciudadano chino de 36 años de edad que acababa en la prisión de A Lama tras declarar ante el juez acusado del doble homicidio. Su detención no trascendió hasta diciembre, cuando la Policía Nacional ya perdió toda esperanza de echar el guante al segundo sospechosos del crimen, Wenbin Sun, un compatriota suyo al que las autoridades españolas tienen identificado plenamente e incluso conocen la localidad del oeste de China en la que se cobija. Sin embargo, los intensos esfuerzos por parte de la Fiscalía solicitando su extradición a España no han dado resultado, ni se espera que lo puedan dar, al menos por el momento.

Así las cosas, el martes arrancará el juicio por este crimen con un único acusado en el banquillo que, probablemente, descargará todas las sospechas sobre su compatriota huido. El único procesado por esta causa reconoce que acudió con su compañero Wenbin aquellos días a Pontevedra y que ambos se dirigieron al piso de Amado Carballo. En un primer momento Zhang Hai Jie dice que él nunca llegó a subir al domicilio de las dos mujeres que ejercían la prostitución, pero tras conocer que la Policía Científica había obtenido una huella dactilar suya en el interior de la vivienda pasó a reconocer que sí entró en el apartamento y que, tras estar en varias dependencias de la casa fue al baño y bajó. Asegura que su compañero quedaba practicando sexo con una de las dos víctimas y que él aguardó en el portal fumándose un cigarro. Luego Wenbin bajó del domicilio y ambos se fueron de Pontevedra en un taxi que los llevó a Ourense y cuyo conductor deberá declarar en el plenario. La acusación particular, que ejerce la letrada Mercedes Martín-Esperanza del despacho Mareque-Malvar Abogados, solicita 14 años por cada uno de los dos homicidios de los que acusa a este ciudadano chino. Representa a la hija de una de las fallecidas, Guang Qu, que está citada a declarar pero que probablemente no comparecerá en el juicio por hallarse en China. La misma condena de 28 años es la que solicita la Fiscalía de Pontevedra, representada en este juicio por el fiscal jefe, Juan Carlos Aladro.

Ambas acusaciones creen que Zhang Hai y Wenbin Sun mataron a estas dos mujeres aprovechándose además de su mayor fuerza y su superioridad numérica de dos contra cada una de las víctimas. Sostienen que ambos mataron a una de las mujeres asfixiándola con una cinta americana y a otra estrangulándola.

Las horas y las triangulaciones de los móviles (algunos de los teléfonos fueron activados por los implicados para utilizar solo durante esos días), serán claves en el juicio ya que van mostrando el viaje de los sospechosos desde Elche a Pontevedra (a donde llega el 26 de abril) , así como las imágenes que muestran a un varón cubierto con una bufanda y gafas de sol para evitar que se le reconozca (algo que consigue), sacando dinero con la tarjeta de una de las fallecidas en un cajero de una sucursal del sur de España.