Las nóminas son más bajas, los contratos más breves, las condiciones de trabajo más duras y la desigualdad campa a sus anchas. La brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras crece hasta situarse en el caso de Pontevedra en algo más del 19,5%, según recogen los datos cruzados de la última encuesta de distribución de la estructura salarial en España y la muestra continua de vidas laborales de la Seguridad Social, cuyos principales datos publicó ayer el Instituto Galego de Estadística (IGE).

De acuerdo con el avance conocido ayer los trabajadores pontevedreses ganan una media de 8,3 euros a la hora, cantidad que se eleva a 9,2 euros si se trata de un asalariado varón y que se reduce a 7,4 euros si la destinataria de la paga es una mujer.

Sectores feminizados como el de servicios, y en este ámbito los llamados empleos elementales son terreno abonado para la precarización y por extensión para la desigualdad pero es que además las mujeres asumen mayoritariamente las consecuencias de los recortes en servicios sociales y dependencia que dejan en casa a los niños, mayores y dependientes. Resulta significativo que, según la encuesta de distribución salarial citada, el 63% de las mujeres con contrato a tiempo parcial que respondieron al cuestionario indicó que preferiría tener un empleo de jornada completa, que la suya no era una elección personal.

Sindicatos como CC.OO, UGT y CIG coinciden a la hora de valorar que se ha producido una "profundización en la brecha salarial" que no es sino reflejo de la "creciente" desigualdad social que tiene en las mujeres a una de sus principales víctimas propiciatorias y también coinciden al augurar que este "camino hacia atrás" no ha terminado.

La muestra continua de vidas laborales refleja que la ciudad del Lérez es la segunda urbe gallega, porcentualmente hablando, con la diferencia salarial más alta, solo superada por A Coruña que alcanza el 24,5%. Vigo tiene una tasa similar aunque ligeramente más baja que la de la capital, del 19%; en tanto que en los mercados de trabajo de Santiago y Ferrol la brecha es del 14%. En este ránking descendiente los escenarios laborales de Ourense y Lugo, con diferencias del 10 y el 6,25% respectivamente, se revelan como los más igualitarios.

Contratos y jornadas

La diferencia salarial entre trabajadoras y trabajadores de la capital, situada en el 19,5%, se acrecienta de manera significativa si se toma como parámetro de discriminación el parámetro. Así en la ciudad de Pontevedra una asalariada que tenga un contrato estable, es decir de carácter indefinido, percibirá de media un 25,2% menos que su compañero varón.

Por contra la diferencia salarial se acorta, algo más de un punto, si el contrato es eventual. En este caso la nómina que percibe una pontevedresa es un 18,2% más baja que la de un pontevedrés.

Igualmente la brecha salarial se dispara en los contratos a tiempo parcial, a pesar de que el salario de referencia es más bajo. En este caso la distancia entre la nómina de un varón y una mujer supera el 33%, prácticamente catorce puntos por encima de la diferencia media.