"Mis alumnas se quedan asombradas cuando les explico que a los 30 años su tasa de fertilidad habrá caído sensiblemente", explica María Graña Barcia, que ayer disertó en Pontevedra sobre los avances en técnicas de reproducción asistida en una conferencia organizada por el Rotary Club. La experta es una de las voces que alerta de que el mercado laboral y en general la sociedad de consumo está provocando más casos de infertilidad: "Una carrera de Medicina como la que cursan mis alumnas, más la especialidad y después encontrar trabajo más o menos estable y posicionarse mínimamente, hará que sean madres más tarde, todo ello en una sociedad de consumo como la nuestra influyen muy negativamente, nuestros abuelos no se cuestionaban si iban a poder criar a los niños, pero hoy queremos contar con todas las posibilidades, e incluso más, y a veces pienso que no deberíamos de ser tan rígidos en querer tener todas las condiciones óptimas, los niños se crían igual, pero lo que es cierto es que no se le facilita nada a la mujer, la conciliación apenas se ha conseguido o ha sido muy poco".

-Las técnicas de reproducción asistida han experimentado una revolución desde los años 70...

-Lo cierto es que desde 1978 en que nació la primera "niña probeta", Louise Brown, ha habido un enorme avance en el campo de la descendencia, hasta entonces para las parejas que tenían problemas para tener hijos la única alternativa era la adopción, aceptar no tener hijos.

-¿La infertilidad es un problema frecuente?

-Lo es, bastante frecuente, en la sociedad occidental hay un 17% de parejas que tienen problemas de fertilidad, y la causa principal es el retraso de la maternidad . En nuestro entorno normalmente la mujer tiene trabajo fuera del hogar, acceder a un mundo laboral competitivo diseñado y adaptado para el hombre, y ella necesita competir en ese mundo, lo que implica muchos años de formación y luego, cuando consigue la estabilidad tanto laboral como personal, normalmente ya ha superado los treinta, y a partir de esa edad su capacidad de reproducción desciende de forma importante, por eso cada vez son más las mujeres de mayor edad las que acuden a los centros con un problema de esterilidad precisamente derivado de su edad avanzada desde el punto de vista reproductivo.

-¿Qué técnicas son hoy las más aplicadas y demandadas?

-La fertilización in vitro y la inseminación artificial son las más empleadas.

-¿Qué porcentajes de éxito tienen?

-Dependen de nuevo de la edad, básicamente, de la edad de la mujer. El momento de mayor fertilidad de la mujer está en torno a los 25 años, el porcentaje de fertilidad a esa edad es del 35%, y sin embargo diez años después, a los 35 años, ya ha descendido un 8%, es una caída importante, y alrededor de los 40 las posibilidades de concebir de modo natural son de un 2 o un 3%. Hay que tener en cuenta que son mujeres que no han tenido hijos previos y cuando una mujer ha tenido varios embarazos podríamos decir que su aparato reproductor tiene un grado de maduración que no tiene el de una mujer que no ha tenido ningún hijo, de modo que a la que no ha tenido ningún hijo le costará más quedarse embarazada. Con las técnicas de reproducción las posibilidades aumentan pero de todos modos siguen siendo bajas.

-Hay alternativas, como la maternidad subrogada, que todavía no han sido implantadas en España...

-Existe otra alternativa para mujeres de más de 40 años o incluso antes pero que han tenido fallos de embarazo, que es la donación de óvulos, de modo que la subrogación de útero se emplea para casos en los que la mujer no tiene útero o tiene un problema de útero, es lo que conocemos como útero de alquiler, pero si una mujer aunque tenga una edad un poco alta tiene útero y puede gestar la alternativa es la donación de óvulos.

-Estas técnicas han provocado problemas éticos, por ejemplo maternidades a edades muy avanzadas

-En España no hay un límite de edad establecido legalmente, pero más o menos entre los centros hay un acuerdo tácito y a edades avanzadas no se suele realizar un tratamiento de fertilización, estos casos de maternidades a edades avanzadas no suceden en España sino en otros países y llaman la atención porque son arriesgados para la salud materna y afortunadamente son puntuales aunque los medios los sacan a la luz por su rareza.

-Tampoco se producen en España esos partos múltiples de 7 u 8 bebés

-No, en España la legislación es muy avanzada pero muy respetuosa con las mujeres, al igual que buena parte de las normativas de los países europeos, y no permiten la transferencia de más de tres embriones, con lo cual un parto de 5 o de 8 bebés sería imposible.

-¿Las técnicas de reproducción también posibilitan frenar la transmisión de enfermedades genéticas?

-Sí, en paralelo a las técnicas para lograr que las parejas conciban (que no todas lo logran, como tampoco sucede en la naturaleza) se han desarrolladas otras facetas dentro de esas técnicas y es que se pueden analizar los embriones en el laboratorio de modo que se puede reducir la transmisión de enfermedades, no de todas evidentemente pero si de un grupo importante, en esos casos se interrumpe la transmisión.