Insumisión sí, pero hasta cierto punto. El Concello de Pontevedra no imitará a otros municipios gobernados por el BNG y descarta financiar, de forma generalizada, el nuevo copago sanitario con fondos municipales, algo que si han anunciado gobiernos locales gallegos como Riotorto, Ribadeo, Monforte, Allariz, Mondoñedo o Vimianzo, y que el portavoz del BNG, Xavier vence, acaba de tomar como bandera. El alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, no se sumará a esas directrices y descartó ayer de plano la posibilidad de que el Concello sufrague con sus fondos la cuota que los enfermos crónicos del municipio tendrán que abonar por las medicinas que hasta ahora obtenían gratuitamente en la farmacia del CHOP.

Lores admite la posibilidad de que se atiendan "ayudas puntuales" para casos extremos, canalizados por el servicio municipal de Benestar Social, un sistema que "ya se aplica en la actualidad" para personas que no pueden sufragarse el tratamiento, pero insiste en que "no es posible generalizar esa medida" a toda la población afectada. Y aporta varias razones: "Supondría un gasto enorme, con un volumen de gestión inasumible, y además, significaría que el Concello estaría dispuesto a hacerse cargo de una nueva competencia que no le corresponde, por lo que sería sacarle las castañas del fuego una vez más a la Xunta".

El alcalde recuerda que "estamos reclamando al Sergas que se haga cargo de la Unidad Asistencial de Drogodependencias (UAD) por lo que sería una incongruencia financiar otro servicio sanitario.

Este copago sanitario para los medicamentos de dispensación hospitalaria fue implantado por el Ministerio de Sanidade para medio centenar de fármacos y la Xunta anunció que lo aplicará "antes de final de año". Son en concreto 42 medicamentos de este tipo para enfermos crónicos y personas con dolencias graves que dejarán de ser gratuitos y habrá que pagar el 10% hasta un límite de 4,20 euros, salvo aquellas que estén exentas. Son fármacos para el tratamiento de enfermedades como cáncer, tumores, leucemia, hepatitis, artritis reumatoide o degeneración muscular, entre otras.

Frente a la decisión de otros concellos, sobre todo gobernados por el BNG, de asumir con fondos municipales el pago de ese 10%, Lores apuesta por "dar la batalla en la calle" para que la Xunta dé marcha atrás y "ejerza sus competencias de ofrecer un sanidad pública y gratuita de calidad", pero rechaza que los municipios "se dediquen a reemplazar al Sergas en sus cometidos".

De este modo, el BNG pontevedrés se desmarca del llamamiento lanzado por su portavoz nacional Xavier Vence para que todos los concellos con gobierno nacionalista intensifiquen esta linea de "insumisión". Lores, que se ha declarado "insumiso" contra otras normas estatales, como el techo de gasto o la eliminación de la paga extra de navidad a los funcionarios, sortea en esta ocasión esa actitud e insiste en que "cada administración ejerza sus competencias hasta el final".

Pone en ese punto el ejemplo de la UAD, un servicio que se puso en marcha hace dos décadas bajo el paraguas municipal y que ha registrado en los últimos años un descenso de la financiación autonómica. El Concello emplaza ahora al Sergas a asumir este servicio en su integridad al entender que es estrictamente sanitario y sin vinculación municipal.