ENRIQUE ACUÑA - Investigador, periodista, historiador

"La parroquia de Lérez estuvo claramente vinculada a un tipo de delincuencia en el siglo XX"

"En los años veinte Venerando y su banda iban a robar a las ferias en automóviles de su propiedad; daban golpes de hasta 5.000 pesetas"

El investigador y periodista pontevedrés Enrique Acuña.  // Rafa Vázquez

El investigador y periodista pontevedrés Enrique Acuña. // Rafa Vázquez

SUSANA REGUEIRA | PONTEVEDRA

"Venerando, os moinantes de Lérez e a delincuencia en Pontevedra" es el título de la conferencia que impartió ayer el investigador, periodista e historiador Enrique Acuña, una actividad con la que arrancaron las actividades que programa la Asociación Cedofeita de Lérez para el último trimestre del año.

-¿Estuvo la parroquia de Lérez especialmente vinculada a una idea de delincuencia?

-La parroquia de Lérez estuvo claramente ligada a un tipo de delincuencia durante el siglo pasado, lo que sucede es que gente que ya tenemos cierta edad (sonríe) si recordamos por comentarios de las mayores circunstancias que recordaron a aquella delincuencia tan particular de Lérez y a la figura de Venerando.

-¿Quién fue Venerando?

-Fue uno de esos delincuentes que se asentaron en Lérez a principios del siglo XX. Una de las cosas que hay que dejar clara es que la inmensa mayoría de aquellos hombres y mujeres que se dedicaban a la delincuencia y que tenían a Lérez y también al barrio de O Burgo como su territorio, como una especie de zona de seguridad, no eran propiamente de Lérez sino que asentaron allí pero provenían de todas las partes de Galicia, incluso desde Castilla y hasta Portugal.

-¿Qué tipos de delitos cometían?

-De todo tipo, según las capacidades de cada uno, en la inmensa mayoría de los casos era delincuencia relacionada con la actividad en fiestas y en ferias, pero también todo tipo de robos, timos, falsificaciones de moneda etc, lo que sucede es que algunos con más nivel que otros. Como en el caso de Venerando casi todos ellos eran profesionales de la delincuencia moviéndose en un territorio que podemos llamar del lumpen pero en otros casos habría que hablar de delincuencia de alto nivel.

-No era entonces exclusivamente una delincuencia alimenticia...

-Hay de todo, se puede considerar en un principio una delincuencia de los caminos, lumpen, pero hay que pensar que en los años veinte Venerando y su banda, que en principio se asentó en Lérez y después en Barro, ya iban a las ferias a robar en automóviles de su propiedad, y en algunos golpes que pegaban a los tratantes de ganado el botín superaba las 2.000, 4.000 y llegaba hasta las 5.000 pesetas. Ellos también conocían las particularidades de la justicia y sabían que esos golpes iban a ser considerados en la mayoría de los casos como hurtos, no como robos, porque robaban carteras con sistemas de corte de ropas etc. Hubo otros casos en que las condenas fueron más duras, cuando se referían a falsificación de moneda, al que se dedicó uno de los delincuentes asentados en Lérez y que se llamaba O Largastierras.

-¿Por qué se les llamó moinantes y por qué se afincaron en Lérez?

-En Lérez se tomó esa denominación de moinantes y para mi sorpresa, aunque en principio supuse que el origen de la palabra moinante o moina (porque en la zona de Pontevedra utilizábamos ambas como una especie de insulto similar al de bandallo) tenía un origen francés, pensé en primer momento que se relacionaba con los restos de soldados de la Guerra de la Independencia que, pese a lo que se pueda creer muchos quedaron aquí vagabundeando y delinquiendo tras ser puestos en libertad, sobre todo porque el escritor pontevedrés de mediados del siglo XIX Xoán Manuel Pintos hablaba de los moinantes, pero la realidad es que ya hay textos anteriores a la guerra contra los franceses en los que se emplea la palabra moinante. Y es que ésta tiene más relación con esas personas vestidas de frailes que transitaban por el Camino de Santiago que con la palabra francesa moinau. Es el adjetivo que se les aplicó y se afincaron en Lérez por una serie de cuestiones, la primera es que era el arrabal de la ciudad, una capital de provincia que tenía estación de ferrocarril, era una zona relacionada relacionada con la carretera de Santiago y, sobre todo, que estaba cerca del barrio de prostitución de A Moureira.

-¿Hacían negocios en A Moureira?

-Buena parte de los clientes de estos hombres y mujeres que se dedicaban al robo de género, de tejidos, de joyas, relojes, eran las dueñas de las casas de prostitución de A Moureira y también las propias prostitutas, porque la inmensa mayoría de estos delincuentes aunque después llegaron a asentarse en O Burgo era gente que andaba errante por los caminos de feria en feria y de fiesta en fiesta, haciendo timos, robos menores o mayores, pero empezaron a asentarse a la altura de 1905, que cuando nace lo que la prensa de la época llamaba "colonia" de moinantes, porque había una serie de establecimientos en esa zona, a la altura de lo que hoy es el estadio de Pasarón, una serie de fondas y tabernas clandestinas que los empezaron a acoger y acabaron viviendo durante décadas en esta zona. Muchos de los robos salían en la prensa de la época y hubo nombres famosos que formaban parte de ese territorio mítico de los moinantes de Lérez.

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