El departamento de Menores de la Xunta de Galicia, asumió provisionalmente la custodia de las dos niñas -una de dos y otra de cinco años- de la mujer que amenazó con arrojar desde un quinto piso a la más pequeña de las menores, el jueves, siendo rescatada por el teniente de la Guardia Civil de Ponteareas cuando la había alzado por la ventana colgándola a cinco pisos sobre la calle sujetándola por debajo de los brazos.

Las pequeñas fueron examinadas en el Centro Médico de Ponteareas tras los hechos y entregadas a la Policía Autonómica que, a través del departamento de Menores de la Xunta de Galicia, ingresó las mismas de forma provisional en el Centro Príncipe Felipe de Pontevedra.

En Príncipe Felipe

La madre fue hospitalizada en la Unidad de Psiquiatría del Hospital del Meixoeiro donde le suministraron calmantes y deberá declarar por los hechos en el Juzgado de Ponteareas, ya que se abrieron diligencias y está imputada.

La mujer, de origen uruguayo, está embarazada de cinco meses de su actual compañero sentimental con quien mantiene, al parecer, una relación tortuosa, pero las dos niñas proceden de una relación anterior. La familia vivía en Vigo y reside en Ponteareas desde hace tan solo unos cinco meses.

La rápida intervención del teniente de la Guardia Civil en la localidad, que abrió la puerta blindada de una patada, permitió reducir a la mujer y salvar al bebé, el jueves. La madre había abierto la ventana del piso que comparte con su pareja y con otro joven, en torno a las 12.10 horas, y comenzó a tirar mobiliario a la calle, a la vez que insultaba a su novio llamándole "hijo de puta". En evidente estado de nerviosismo, sacó gran parte de su cuerpo por la ventana y, a continuación, el de su hija pequeña, cogiéndola por debajo de los brazos.

Al ver que la joven no desistía de su actitud, los vecinos concentrados en la calle sacaron colchones y extendieron sábanas y mantas para amortiguar la caída del bebé, en caso de que finalmente la arrojase. Sin embargo, al ver el proceder de los vecinos, la madre empezó a balancear al bebé de un lado a otro simulando intención de lanzarlo lejos.

Al lugar ya se había desplazado la Guardia Civil y la Policía Local. La puerta estaba cerrada y la joven no accedía a abrir.