María Torre, una enfermera de 44 años, y Alfredo de León, un carpintero de 56 años, han acogido este verano en su casa de Vilalén, en Cotobade, a la pequeña Chadda. Se trata de una niña saharaui de 9 años que se ha convertido este verano en la hermana mayor de Mateo, el hijo de la pareja. Mateo tiene cinco hermanos mayores pero todos están en Guatemala, país de origen de su padre, por eso la experiencia de compartir habitación y juguetes le resulta totalmente nueva.

Esta es la primera experiencia de acogida tanto para la niña como para la familia pero aún así María afirma que "está siendo interesante e intensa". Cuando Chadda llegó el mes pasado su familia no sabía si entendía o no lo que le estaban explicando por la barrera idiomática pero aunque la idea de sus padres de acogida era que en un principio creían que no comprendía lo que le decían, con el paso de los días se han dado cuenta de que "el nivel de comprensión es mucho mayor" de lo que pensaban. Si, no, bien, mal o los nombres de sus familia de acogida son algunas de las pocas palabras que conoce pero María resalta que "es comunicativa por señas y por sus caras y expresiones". Explica que "la primera semana fue mímica pura".

Pero estos meses no son solo para jugar y conocer una realidad totalmente distinta: la salud es uno de los puntos importantes en estos programas de acogida. Chadda, al igual que los demás niños saharauis que llegan cada verano a España, tiene que ir al pediatra y hacerse una revisión general, controlando su vista, dientes y vacunas necesarias. En su caso tendrá que hacer una visita al dentista pero su familia de acogida está esperando a que entienda un poco más el idioma para tratar de explicárselo.

En la Asociación de Solidaridade Galega co Pobo Saharaui organizan actividades para que los niños puedan verse pero esta familia no ha podido acudir a la primera de ellas por motivos de trabajo. Pero Chadda y Mateo no están solos, él la invita a jugar con sus amigos y, aunque como todos los niños tengan sus más y sus menos, al final se llevan tan bien que Mateo ya le ha preguntado a sus padres si el verano que viene Chadda volverá a Cotobade con ellos.

A María, madre de acogida de Chadda, le llama la atención que "hubo años con muchísimas más acogidas, llegó a haber 9.000 niños acogidos en España y ahora son 4.000". En Galicia hay algo más de 300, asegura María, quien también añade que es la tercera comunidad, después de Andalucía y Cataluña, que más niños saharauis acoge durante las vacaciones de verano.