El futuro polígono comercial de O Vao, donde la inmobiliaria Ponteno proyecta desde hace años la implantación al borde de la carretera de Vilagarcía de multinacionales como Decathlon, Lidl o McDonald´s, ha vuelto a chocar con el escollo de la autopista. La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento acaba de obligar a rediseñar el proyecto para no afectar al trazado de la AP-9, en concreto en su peaje de Alba. Los promotores deberán reducir aún más el ámbito de actuación y recortar al menos una de las naves para alejar el parque de la vía.

El concejal de Urbanismo, Antón Louro, confirmó ayer la reciente llegada de una resolución del Ministerio de Fomento, fechada el pasado 4 de julio, en la que se advierte de que la catalogación de los terrenos, como suelo no urbanizable, obliga a dejar una separación de al menos 8 metros entre el futuro parque comercial y la AP-9, una distancia que no es posible cumplir con el diseño actual, lo que obliga a recortar el ámbito. Louro confirmó que, pese a este nuevo "escollo", como él mismo lo denominó, la inmobiliaria, vinculada al Grupo Nogueira, tiene previsto retocar su proyecto, reducir al menos una nave y seguir adelante con un proyecto que el Concello apoya "sin reservas" esta iniciativa por "el impulso de dinamización" que puede suponer en esta época de crisis, ya que se han barajado cifras de inversión de más de 15 millones de euros y una hipótesis de más de 250 puestos de trabajo.

Primer aviso

La advertencia que ahora ratifica Carreteras del Estado ya había sido lanzada por este organismo en septiembre pasado. Entonces se alertó de que la distancia entre el recinto comercial y la propia AP-9 es menor de lo estipulado, en especial en el punto donde se ubica la estación de peaje de Alba. Inmediatamente después se entablaron negociaciones de urgencia con Fomento para resolver este problema e incluso en marzo pasado se llegó a anunciar un principio de acuerdo por el que se establecía una permuta de terrenos que daría luz verde al proyecto. Sin embargo, el hecho de que desde entonces no avanzara un ápice la plena adaptación del parque empresarial al PXOU, mediante una modificación urbanística, hacía sospechar que aquel pacto no era definitivo. Así se confirma ahora con esta última resolución de Carreteras del Estado. Es el único informe contrario al proyecto, después de obtener en su día el visto bueno de Estradas de la Xunta (ya que discurre paralelo a la PO-531, la carretera de Vilagarcía) y de Costas autonómica y del Estado, por su proximidad a la Xunqueira de Alba.

Aunque en su día se apuntó que el veto de Fomento ponía en riesgo el futuro del parque comercial, Louro aseguró ayer que Ponteno quiere seguir adelante con el plan, el primero de este tipo que se puede abrir en Pontevedra. No obstante, todavía deberán transcurrir algunos meses más para elaborar un nuevo diseño técnico y someterlo de nuevo al criterio ministerial. El concejal de Urbanismo confía en que sea el último paso para una iniciativa que acumula años de tramitación y que se ha encontrado con numerosos escollos, incluido el Plan de Ordenación do Litoral, que inicialmente lo prohibía aunque en una corrección posterior lo aceptó.

Otras reducciones

Yen su día los propietarios del terreno, situado frente al actual polígono privado Granxa do Vao, al otro lado de la PO-531, tuvieron que reducir de forma notable la superficie inicial, de 103.000 metros cuadrados a apenas 40.000, debido precisamente a las afecciones de la propia carretera de Vilagarcía y, sobre todo, a las expropiaciones y servidumbres de la AP-9, que aún no existía cuando el PGOU de 1989 calificó esos terrenos como industriales y comerciales. Después también tuvo que superar el obstáculo del POL. Desde el principio se anunciaron precontratos con multinacionales y empresas gallegas que, en medio de la tramitación, decidieron sumarse al proyecto, al incorporar terrenos de su propiedad al otro lado de la PO-531. De este modo los 37.000 metros cuadrados iniciales pasaron a 42.000 metros cuadrados, si bien en estos cinco mil metros añadidos la previsión no apuntaba a la creación de grandes tiendas, sino a la instalación de naves empresariales vinculadas a estas nuevas formas incorporadas, como Tendidos Moncosa y Avícola Lago.

Durante esta larga tramitación algunas de las multinacionales implicadas llegaron a barajar otras ubicaciones debido al retraso, si bien el Concello asegura que "aún no hay bajas". De hecho, McDonald´s tramita ya la ejecución de uno de sus restaurantes en la avenida de Lugo, si bien Louro insiste en que no renuncia al de O Vao.