Tiberio Feliz Murias. profesor de la Uned en Madrid, se reconoce seguidor y usuario activo de las redes sociales. Por eso tuitea todo aquello que le resulta interesante transmitir a sus amigos, conocidos y seguidores digitales. Ayer hizo lo propio en la inauguración del curso de verano de la Uned en Pontevedra. 'Yo, tú y Teo en la Escuela 2.0', que él mismo preside.

-¿ Cuál es la idea principal que se pretende transmitir en este curso?

-El curso es un desarrollo muy concreto de lo que son las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en la escuela. Concretamente vamos a centrarnos en las redes sociales, especialmente Twitter, con el fin de que la gente pueda profundizar en su aplicación en las actividades educativas. La gente necesita desarrollar prácticas efectivas en la utilización de esta aplicación digital.

- ¿Cuáles son los beneficios que aportan las redes sociales a la educación de los niños y adolescentes?

Primero hay que centrarse en la red social que están utilizando. Por ejemplo, los adolescentes de 14 y 15 años en la actualidad utilizan 'Tuenti'. Hay muchos programas que nos permiten analizar, la propia cuenta, de los seguidores. Es importante aprender a utilizar ese tipo de programas, porque dan mucha información de la que a lo mejor los jóvenes no son conscientes. También ayuda a crear interacción entre los propios chavales y les ayuda a diferenciar a como generar contacto con gente de todas partes y gente más inmediata. En resumen, la capacidad de generar comunicación y conocimiento representa la parte positiva.

-¿Por qué las redes sociales generan tanto miedo entre padres y profesores?

Evidentemente esta actitud se deriva de los casos de pederastia y ciber acoso, que han aumentado en los últimos años. y que se sitúan en el lado negativo. Estos riesgos probablemente existan durante muchos años, pero poco a poco los progenitores y educadores tendrán más conocimiento acerca de como gestionar las redes sociales e internet. En cualquier caso, nunca se debería fomentar el miedo como método de enseñanza, porque no es bueno ni para grandes ni para mayores. Siempre deberían utilizarse técnicas de motivación, en todos los ámbitos de la vida: las amistades, las drogas, la sexualidad... Y en muchos casos es cierto que existe un problema de estrategia.

-¿Cómo deberían enseñarse las buenas prácticas en internet y de las redes sociales en los centros educativos?

-Es evidente que los usos que podemos hacer son diferentes cuando se trata de niños de 3 años o jóvenes de 18, ambos en edad escolar, así como sus intereses. Las redes sociales tienen que vincularse, por lo tanto, al proceso de aprendizaje. El docente tiene que aprender a recrearlo en función de la edad del alumno, al igual que se hace con la educación vial, por ejemplo.

Tenemos que vincular las fases de desarrollo de los niños a las posibilidades de las redes sociales. Cuanto más joven es un niño, más intuitivo tiene que ser los valores y consejos que se le inculcan. A medida que va creciendo, tenemos que incrementar su capacidad de reflexión, de comprensión y desarrollar valores y actitudes. Es un momento importante, porque es cuando más se dejan influenciar por los aspectos negativos de las plataformas virtuales.

- ¿Quién debe educar a los niños en seguridad digital, las familias o los educadores?

-Es un factor que depende de la edad. Desde que son pequeños, los padres deben ejercer un papel fundamental, pero a medica que crecen juega mucha más importancia la escuela y especialmente los docentes. Lo apropiado es que familia y colegio estén integrados y colaborativos.

-¿Que competencias necesita aplicar un profesor en la escuela cuando se trata de redes sociales?

-Las competencias tienen varios niveles. Actualmente cuando hablamos de tecnologías pensamos en competencias instrumentales, es decir, en conocer el aparato y esa parte es importante, pero no imprescindible.

Los profesores tienen que tener en cuenta a la hora de enseñar a sus alumnos que las capacidades de comunicación han cambiado mucho desde hace diez años para aquí y las redes sociales tienen mucho que ver en esto. Las personas necesitan competencias actitudinales que tienen que ver con la capacidad para actualizarse, controlar los temores, tener capacidad por innovar, por avanzar y por descubrir cosas nuevas. Y estos aspectos tienen poca presencia en la escuela.