Cuando parecía que la conflictividad laboral que en los últimos meses se vivió en el seno del grupo Ence, al menos en lo que respecta a Pontevedra, había tocado a su fin; el acuerdo entre los sindicatos y la empresa para pactar una serie de bajas en sus factorías de Huelva, Lourizán y Navia acaba de saltar por los aires ante la negativa de la plantilla en Asturias a aceptar la propuesta.

Tras meses de intensas negociaciones (con la amenaza de una huelga por parte de los trabajadores y de aplicar el ERE de forma unilateral por parte de la empresa), sindicatos y grupo empresarial llegaron a un principio acuerdo. En el caso de Pontevedra, el pacto rebajaba los 39 despidos iniciales previstos por la compañía en la fábrica de Lourizán a un total de 11 rescisiones de contrato, todas ellas mediante bajas incentivadas para mayores de 58 años y prejubilaciones. Un "acuerdo aceptable" para los trabajadores de Lourizán, según el comité de empresa, pero que dependía de la aceptación del mismo por parte de las asambleas de todos los centros de trabajo de Ence.

La plantilla del centro de operaciones de Ence en Pontevedra dio el visto bueno a este principio de acuerdo, al igual que ocurrió en Huelva. Sin embargo, la propuesta no fue adelante en la factoría de Navia en donde un 50,8% de los trabajadores acaban de votar en contra de este plan que planteaba 11 prejubilaciones y 10 despidos en la planta asturiana. De esta forma, la decisión de la asamblea de Navia bloquea también el acuerdo para Pontevedra. Esto deja en una situación complicada a los trabajadores de la fábrica pontevedresa, cuyo comité de empresa espera acontecimientos pero que ya anuncia su apoyo a las medidas de presión que adopten sus compañeros de Asturias. Algo que ya estaba previsto en caso en el caso de que alguna de las fábricas no aceptase el acuerdo propuesto. Una de las primeras reacciones del comité de Navia ha sido proponer una huelga de cinco días para forzar a la pastera a que mantenga los puestos de trabajo.

En Pontevedra centran sus esperanzas en que ahora la dirección de Ence se tiene que centrar solo en una única negociación con la plantilla de Navia para mejorar las condiciones que se plantean para la fábrica asturiana, dado que con Pontevedra y con Huelva el acuerdo ya estaría cerrado.