La muerte por posible envenenamiento de cinco animales en diversas zonas de los montes de Poio, dos de ellos hace menos de una semana, lleva al Seprona a iniciar una investigación para saber si hay alguna vinculación y quien puede estar detrás. El aviso de la dueña del último perro ha acelerado la indagación. "Comió algo durante el paseo y se murió a los 15 minutos, en el coche", explica.

Los sucesos se localizan en puntos separados del municipio. Cuatro canes han resultado fallecidos recientemente. El pasado viernes, tras un recorrido por A Escusa; dos días antes en Combarro y a principios de mes, cerca del límite entre Poio y Meis, junto al campo de golf, una pareja de 'bulldogs'. Además, también se tiene constancia de un zorro que también ha aparecido en similares circunstancias.

El hecho de que los sucesos de esta pasada semana hayan tenido como víctimas a dos perros de gran tamaño como un pastor alemán y un cruce entre mastín y 'rottweiler' refuerza también la tesis del envenenamiento con fuertes sustancias. Al ser ejemplares de elevado peso se considera que aguantarían mejor algún tipo de intoxicaciones por sustancias de origen natural. Un portavoz de la Guardia Civil indicaba ayer que en lo que respecta a esta última muerte que se está a la espera de los resultados de la autopsia encargada por la Consellería de Medio Ambiente al hospital veterinario de Lugo.

Los agentes del instituto armado recorrieron la zona en la que ocurrió esta última muerte. La propietaria, una joven asturiana que estudia en Pontevedra, relata cómo fueron los hechos. "Iba paseando con la perra y vi que se acercaba a algo que al principio me parecían pájaros pero que luego, me di cuenta que eran trozos de gallina, había incluso una cabeza", explica Laura García. Tras ello agrega que "comió algo y solo 15 minutos después, cuando ya volvíamos en coche, murió".

Fue luego, en la consulta veterinaria, cuando le indicaron que su perra, podría haber muerto por envenenamiento. "Tenía la lengua azul, casi negra, algo que es síntoma de fallecimiento a causa de alguna sustancia", sostiene la mujer. A la espera de que se confirmen por parte del equipo veterinario del mencionado hospital lucense, Laura está prácticamente convencida de que el envenenamiento es la causa de lo ocurrido. "La perra tenía cinco años y siempre estuvo sana", recuerda. Los análisis están terminados en cuestión de días.