El Servicio Común de Notificaciones y Embargos de los juzgados de Pontevedra es el encargado de realizar las comunicaciones que emiten los diferentes órganos judiciales que tienen su sede en la capital de la provincia. Es la correa de transmisión entre la administración de justicia y los administrados, atendiendo a una población superior a los 110.000 habitantes en una gran extensión de terreno que abarca cinco municipios (Ponte Caldelas, Cotobade, A Lama, Poio y Pontevedra).

Los 13 funcionarios que forman parte de este servicio a menudo necesitan desplazarse en coche para realizar su trabajo. Hasta ahora lo hacían en vehículos convencionales que la Consellería de Xustiza ponía a su disposición pero desde ayer realizan su trabajo de forma menos costosa para las arcas públicas y más ecológica. Lo hacen a bordo de vehículos 100% eléctricos.

Según explican trabajadores de este servicio, tras un viaje de prueba que realizaron el martes, ayer fue la primera vez que los funcionarios del Servicio Común de Notificaciones y Embargos utilizaron estos vehículos eléctricos para entregar las distintas notificaciones y resoluciones judiciales. En principio tienen a su disposición dos turismos, pero la Xunta tiene a su disposición hasta cuatro automóviles eléctricos que pueden ser derivados en cualquier momento a este servicio en función de su carga de trabajo.

Aunque tienen autonomía para 89 kilómetros, inicialmente estos vehículos eléctricos están siendo utilizados para los desplazamientos más pequeños dentro del partido judicial. Su destino son las parroquias del rural de Pontevedra o el municipio de Poio.

El empleo de este vehículo eléctrico no solo permite que los funcionarios desarrollen su trabajo de una forma más respetuosa con el medio ambiente, sino que además supone también un ahorro de costes para la administración. Los coches eléctricos son recogidos por los funcionarios de Justicia después de que pasen la noche "repostando" en una "electrolinera" ubicada en el edificio de la Xunta, aprovechando además las horas en las que se aplica una tarifa de electricidad más barata.

El desplazamiento más largo que tienen que realizar los funcionarios de este servicio es el que los lleva a la prisión de A Lama a donde suelen desplazarse habitualmente. No obstante, por el momento, este desplazamiento lo siguen realizando en un coche convencional a gasoil.