"Nadie hasta ahora había interrumpido una sesión plenaria o faltado el respeto a nuestra alcaldesa. Esto se ha roto, ella sabrá por qué, pero que no piensen que nos pueden echar a la calle de esta manera", lamentaba ayer una de las portavoces de la plataforma de O Salnés, Rosana Balboa, después de que varios agentes de la Policía Local desalojaran el Concello de madrugada poniendo fin a los casi tres meses de encierro indefinido que habían protagonizado los afectados por las preferentes y subordinadas.

Después de que la Policía Local limitara el acceso a la sesión plenaria del pasado lunes, de que ésta fuera suspendida por las protestas del colectivo y de que la alcaldesa, Catalina González, tuviera que abandonar la casa consistorial escoltada por los agentes -"una situación sobreactuada", según oposición y miembros de la plataforma-, la normalidad llegó en torno a la medianoche cuando "los agentes volvieron a abrir la puerta y nos dijeron que no abría ningún problema, que todo podía seguir como hasta ahora, que podíamos seguir con los turnos para dormir", recordaba Balboa.

El hecho de que se impidiera el acceso al Concello, "únicamente dejaban pasar medicinas y no comida" motivó que algunos de los miembros decidieran convocar una huelga de hambre, iniciativa que abandonarían tras el desalojo que tuvo lugar minutos antes de las 8.00 horas. "Había cinco personas durmiendo, de repente empezaron a entrar agentes y nos dijeron que teníamos que irnos ya. No nos dejaron ni diez minutos para recoger nuestras cosas, se las llevaron y nos echaron a la calle lloviendo", aseguró Balboa.

"Tengo que pensar que la alcaldesa recibió órdenes del presidente de la Diputación, de la Xunta o del Gobierno; porque no puedo creer que después de tres meses en los que mantuvimos una relación cordial y pacífica hiciera esto a gente que incluso es de su familia. Esto no es forma de actuar en un país que calificamos como libre y democrático. Hasta ahora hemos demostrado un comportamiento cívico y pacífico", lamentaba la afectada. En el mismo sentido se pronunciaba José Manuel Vázquez, otro de los portavoces del colectivo, que calificó la decisión de "injustificada" y manifestó su indignación, al igual que otros miembros de la plataforma, contra la regidora. "Se conoce a las personas por los hechos y a nosotros nos echaron como a perros. Hasta ahora tuvimos una relación cordial con la alcaldesa, creo que es una orden del partido. En cualquier caso, pienso que, a nivel personal, esta decisión le va a pesar mucho en su vida. Echar a los vecinos a la lluvia...", comentó Vázquez.

A lo largo de toda la tarde los afectados, que recibieron el apoyo de miembros de las plataformas de Marín-Pontevedra, Santiago de Compostela y Lugo, permanecieron concentrados frente a las puertas cerradas del consistorio esperando, a pesar de la persistente lluvia,"una explicación". Finalmente, una vez llegada la noche, abandonaron el lugar prometiendo regresar hoy.