Nada más ratificarse en asamblea el inicio de la huelga, la mesa social recibió una llamada para reanudar hoy mismo las negociaciones, toda vez que los perjuicios del paro no solo son para los trabajadores, sino para las empresas. De hecho, los sindicatos calculan que solo Froiz podría perder medio millón de euros al día. No obstante, los trabajadores afirman que la posible reunión de hoy no implica "en absoluto" una suspensión del paro.

Carlos Esperón, de UGT, explicó ayer que las negociaciones "se rompieron porque la patronal solo marea la perdiz frente a una propuesta sindical firme y responsable" que se centraba en mantener las condiciones actuales del convenio y aplicar una subida salarial mínima. Sin embargo, las empresas "siguen ancladas en cargarse parte de la antigüedad y de la promoción" además de proponer congelaciones salariales. Esperón califica la situación de "surrealista porque no quieren firmar el convenio".

Carlos Búa, de CC OO, explicó que "no nos quedó más remedio que romper porque los trabajadores no tenemos margen para bajar más y no nos queda otro camino que la huelga", una salida que no parecen aceptar ninguna de las dos partes pero que los sindicatos no están dispuestos a abandonar sin un acuerdo satisfactorio. Así lo asegura Marcos Cadórniga, de la CIG, quien deja claro que "no tenemos ningún problema para hablar, pero no vamos a desmovilizar a la gente y en la asamblea no hubo ninguna voz para desconvocar la huelga".