Tres personas detenidas tras enfrentarse con la Policía en un desahucio en Loureiro Crespo

Una situación rocambolesca se vivió a mediodía de ayer en la calle Loureiro Crespo. Doce agentes de la Policía Nacional se personaron en el número 71 de esta calle para proceder al desalojo de una familia de origen sudamericano que estaba de alquiler y que llevaba dos años sin pagar a sus propietarios.

El desalojo provocó momentos de tensión ya que los inquilinos, que residían en el tercer piso, se negaban a abrir la puerta, lo que obligó a los agentes, que llevaban una orden judicial, a forzarla. A partir de ahí se produjo una batalla campal, según algunos testigos residentes en las otras viviendas del inmueble.

Los agentes derribaron la puerta, que se encontraba bloqueada por una estantería, y fueron recibidos por la inquilina y demás ocupantes con el lanzamientos de objetos y uno de ellos llegó a amenazar a los policías con un cuchillo jamonero.

En el intenso forcejeo, los ocupantes de la vivienda arrancaron una ventaja de la parte trasera del edificio y la arrojaron a la calle destrozando el cristal de un vehículo que estaba estacionado en la calle Forcarei.

Los miembros de la Policía Nacional, que entraron en la casa protegidos con escudos, procedieron a la detención de tres personas que en ese momento se encontraban en su interior, dos hombres y una mujer de origen sudamericano, bajo la acusación de desobediencia y atentado a agentes de la autoridad.

Ninguno de los policías resultó herido, mientras que alguno de los detenidos sufrió algún golpe en el forcejeo. Una ambulancia tuvo que acudir a la Comisaría de la Policía Nacional para atender a la inquilina, que en su día firmó el contrato de alquiler, debido al estado de nerviosismo en el que se encontraba y fue atendida por un médico en las propias instalaciones.

Los hechos se sucedieron entre las doce del mediodía y las dos de la tarde y al lugar acudieron, a la vista del conflicto que se originó, varias dotaciones de policía, hasta un total de doce agentes. Los tres inquilinos, destaca la Comisaría, se negaron en todo momento a abrir la puerta de la vivienda.