Si quieres buen caldo ven a Mourente

Aunque cansados de los preparativos de la jornada anterior (pelado de las patatas, limpieza de la verdura, las carnes...), cuarenta vecinos de Mourente volvieron a madrugar ayer para echar al fuego 900 manojos de grelos, 38 de alubias, 600 de patatas, 350 de carne de ternera, 50 de lacón, 110 de panceta... cocinadas durante horas para preparar el suculento caldo que da fama a la parroquia.

Ésta celebró ayer la 22 edición de su fiesta, presidida un año más por los cofrades de la Orde do Caldo, entre ellos los 7 nuevos integrantes a los que les fue impuesta durante el pasado fin de semana la capa que los acredita como nuevos paladines de este suculento plato gallego.

Además de caldo, los asistentes a la fiesta pudieron degustar cazuelas con oreja, ternera, lacón, panceta, grelos, patatas etc.

Santiago Laya, presidente de la Asociación de Vecinos "O castro", anunció el arranque de los trámites para que la fiesta sea declarada de Interés Turístico, un proyecto al que se adhirieron tanto la concejala de Turismo, Carlota Román, como la diputada provincial de Cultura, Ana Isabel Vázquez o el alcalde, Miguel Fernández Lores. Los tres incidieron en que el caldo reconforta el cuerpo, el espíritu y apetece incluso más en días de lluvia, frío o aire.

Con todo, los cientos de asistentes a la fiesta no tuvieron que soportar el mal tiempo, tanto porque las degustaciones se realizaron bajo carpa como porque la lluvia dio un respiro durante la mañana de ayer y facilitó que cientos de familias y grupos de amigos se diesen cita en la explanada de Os Areais.

La escritora Fina Casalderrey fue la encargada de leer el pregón de esta 22 edición de la fiesta y propuso a los asistentes un viaje por su memoria familiar ligada al tradicional producto gastronómico y a la parroquia de Mourente: desde su bisabuela molinera que cobraba más a los ricos para poder eximir del pago de la "maquía" a los pobres (un ejemplo que animó a seguir: "exigir algo más a los ricos y dejar respirar a los olvidados") a su madre que siendo niña un día se equivocó y en vez de jamón echó jabón al caldo, su abuelo... "Yo soy un pedacito de Mourente o un pedacito de Mourente es mío", señaló la pregonera antes de recordar que el caldo se utilizaba para reponerse de la gripe, de un parto y también es un "antídoto contra la incultura", como prueba que personajes como Valle-Inclán afirmasen que esta receta "le quitaba el frío y el desánimo en los días de desazón".

La ceremonia de arranque de la fiesta también incluyó la entrega de los premios Pote de Prata de la Asociación "O Castro" a Manuel Suárez Acuña, en reconocimiento a su trabajo en favor de la rehabilitación de alcohólicos, y a Dolores Otero Seoane por su estrecha colaboración durante años con el colectivo vecinal.