Es consciente de que es "difícil de entender" que Ence promueva un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo de 144 trabajadores cuando acaba de publicitar que cerró el 2012 con beneficios por valor de 43 millones de euros pero "las empresas deben afrontar los cambios de las reglas del presente para construir y garantizar el futuro", señala el director de la fábrica de Lourizán, Antonio Casal. Este cambio de reglas vendría dado por el nuevo corpus normativo que regula las energías renovables (RD 15/2012 y RD 2/2012) y que hace prever a la compañía que preside Juan Luis Arregui "una fuerte caída de ingresos por la venta de energía eléctrica que pondrá en riesgo su modelo industrial".

Fuentes de Ence Energía y Celulosa recuerdan que su modelo industrial se basa en el aprovechamiento integral del árbol que posibilita la producción de celulosa y la generación de energía con biomasa, un planteamiento que hizo posible mantener su competitividad en los mercados internacionales, aumentar su capacidad de exportación y mantener su cuota de mercado.

No hay que olvidar que, por ejemplo, el 90% de la electricidad generada a partir de biomasa en su planta de Lourizán se dedica a la exportación.

Según el director del Centro de Operaciones de Pontevedra el ERE que se pondrá hoy sobre la mesa, -en una reunión que mantendrá la dirección con el comité intercentros- implica una reestructuración "difícil y dolorosa".

Antonio Casal no duda en afirmar que "se trata seguramente del momento más duro que viví en los casi 25 años que llevo trabajando en Ence" pero, añade, "peor sería que la empresa permaneciese sin hacer frente al serio problema que nos ocasiona la reforma energética del Gobierno. Si no tomamos medidas ahora, el problema será mucho mayor a medio plazo".

La apuesta por la biomasa ha permitido a Ence mantener su competitividad ante los productores brasileiros "cuyos costes de suministro de madera son muy inferiores a los nuestros, prácticamente una tercera parte y estos nos mantuvo hasta ahora como un productor competitivo en un mercado internacional tan competitivo como el de la celulosa". El coste de la madera recuerda, supone el 60% del coste total de la fabricación de la celulosa".

Apuesta por el consenso

Antonio Casal expresaba ayer su confianza en que la negociación que abrirá la empresa con el comité intercentros derive en un amplio consenso.

"Confío en que entre todos sepamos construir el futuro de la empresa", subrayaba el director de la planta de Pontevedra tras recordar que la plantilla "dio lo mejor de sí misma para convertir madera gallega en un producto de exportación de primera calidad y supieron hacer de la fábrica de Lourizán un ejemplo mundial de gestión ambiental".