Estar concienciado de que existe un problema (real o potencial), ser constante y confiar en sus beneficios. Son premisas básicas para que el taller de terapia grupal contra la obesidad infantil que se acaba de poner en marcha en el centro de salud de A Parda pueda llegar a buen término.

Doce menores, con edades comprendidas entre los ocho y los catorce años y todos ellos con un sobrepeso de diez o doce kilos, son los protagonistas de una experiencia pionera en el ámbito de la Atención Primaria de Galicia que tiene como objetivo corregir hábitos de alimentación y de ocio de unos niños con "muchísimas posibilidades" de convertirse en un adolescente o en un adulto obeso. Para entonces, subrayan fuentes sanitarias, ya no estarán solo ante un problema estético si no, y sobre todo, ante uno médico.

Las madres de los chicos acuden con ellos a las sesiones teóricas y prácticas del taller, que está dando sus primeros pasos, ya que son ellas las que elaboran y cocinan los menús de sus hijos y controlan, o cuando menos lo intentan, lo que comen.

Modificar los hábitos de alimentación es uno de los pilares del taller de lucha contra la obesidad infantil de A Parda, el otro es el fomento de la actividad física y el deporte como una forma de ocio divertida y saludable.

Precisamente la parte práctica de la experiencia consiste en la realización de tablas y ejercicios aeróbicos y de relajación que permiten al personal sanitario evaluar la resistencia y condiciones físicas de los niños y ayudarles a perder peso, lo que a su vez eleva su autoestima.

Seguimiento

Los menores, y también sus madres, serán objeto de control de peso durante los meses que dure el programa.

Una mala e irregular alimentación pero sobre todo el sedentarismo están detrás del sobrepeso y la obesidad infantil. Un problema que padece más de la mitad de los niños gallegos, según datos de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad,

Las áreas de Pediatría y Enfermería del centro de salud de A Parda coordinan el taller grupal y fueron sus profesionales las que invitaron entre sus pacientes a potenciales beneficiarios de la experiencia (niños y madres) a participar. La propuesta fue acogida con entusiasmo.