Federico García Lorca visitó dos veces Pontevedra entre agosto y noviembre de 1932. Estos días se cumplen, por tanto, ochenta años de aquella efeméride que merece un recordatorio especial. El poeta granadino revolucionó por completo con su presencia y su genialidad los ambientes culturales de esta ciudad, que se rindieron incondicionalmente a sus múltiples encantos.
La primera vez estuvo al frente de su grupo teatral La Barraca, que había iniciado aquel mismo verano sus representaciones populares por todo el país al calor de la FUE, y ofreció una actuación única en la noche del sábado 28 de agosto. La segunda vez vino para pronunciar el 19 de noviembre una conferencia en el cine Coliseum sobre la pintora María Blanchard.
Su segunda visita dio mucho más juego que la primera, y tuvo dos momentos estelares: la elaboración de un soneto para la revista Cristal y la velada musical en la casa del Moderno, donde vivía la familia Díaz Herrera.
Los integrantes del Comité de Cooperación Intelectual y los responsables de Cristal, más politizados los primeros y más artísticos los segundos, ejercieron como anfitriones de Lorca y compartieron su compañía durante aquella segunda estancia.
Los componentes de Cristal lo llevaron a conocer su redacción, que estaba instalada en un desván cochambroso del hotel Méndez Núñez, cuyas paredes estaban cubiertas de dibujos cubistas de Ventura de Dios Turiñas (sobrino de Castelao) y de José Luís Fuentes, ilustradores de la revista junto con Alejandro de la Sota.
El lugar era infame, pero a Lorca le pareció bien como guarida de aquella aventura artística. De modo que, conforme a la estrategia que habían acariciado, José María Álvarez Blazquez y Antonio Díaz Herrera al alimón se atrevieron a pedirle un poema para incluir en su número siguiente. Y el poeta se mostró complaciente.
Todo el grupo cruzó entonces la plaza de Santa Inés, que ahora es la plaza de San José, y sobre una mesa de mármol y hierro fundido del café Moderno, García Lorca escribió su célebre soneto pontevedrés, que empieza así:
"Yo sé que mi perfil será tranquilo / en el norte de un cielo sin reflejo: / Mercurio de vigilia, casto espejo, / donde se quiebre el pulso de mi estilo..."
Tras una minuciosa y pulcra corrección, el poeta entregó su soneto a Álvarez Blázquez y salió publicado junto a una sugerente ilustración de José Luís Fuentes en el número de Navidad de Cristal.
La velada poética y musical en el primer piso del edificio del café Moderno puso fin a la estancia de Lorca en Pontevedra. Los hermanos Díaz Herrera, herederos de Bernardo Martínez Bautista, el promotor y propietario de aquella magnífica casa ecléctica, vivían allí con sus padres y ofrecieron a modo de despedida un vino español a su insigne invitado, que nadie quiso perderse.
En torno a Lorca se congregaron los principales componentes de Cristal y del Comité de Cooperación Intelectual, y el poeta granadino protagonizó una velada inolvidable.
Sentado ante un viejo piano, no se cansó de cantar y recitar para sus nuevos amigos: "¡Ay! Río de Sevilla", "Los cuatro muleros", "Caminito del monte" y "Asubía que fai vento"? Parece que por primera y única vez también interpretó algunas canciones populares que poco tiempo atrás había recogido con Manuel de Falla en un viaje por la serranía de Ronda.
Prácticamente ningún asistente resistió la tentación de pavonearse luego y reivindicar con orgullo su presencia en aquella velada. Unos y otros ofrecieron sobre su desarrollo unas versiones más o menos coincidentes, desde Luciano del Río, hasta Xoán Vidal. También Filgueira Valverde y Landeira Yrago contaron aquella fiesta con bastante detalle.
Solo Alejandro de la Sota, que entonces tenía 19 años y había empezado a estudiar matemáticas en la Universidad de Santiago, para acceder luego a la Escuela de Arquitectura en Madrid, nunca presumió de aquel maravilloso privilegio.
El MEOLLO
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- La ocupación a la brava en Estribela del viejo edificio que acogió al Liceo Recreativo es un ejemplo cercano de hasta donde puede derivar una postura comprensiva con ese fenómeno irracional que se cuela por los mil y un vericuetos legales. Pese a que el propietario del inmueble ha asegurado que cursó las denuncias correspondientes ante el juzgado de guardia y la Policía Nacional, los asaltantes todavía no han sido desalojados nueve meses después. Y ahora resulta que las quejas por ruidos de los vecinos de Marqués de Valterra han derivado en la apertura de un expediente sancionador por parte del ayuntamiento contra el sufrido propietario. El meollo de la cuestión está en saber que es lo que falta por pasar para que la autoridad competente ponga fin a una situación que es la negra antítesis de los desahucios hipotecarios.
Espazo Ecosocialista ya busca su hueco electoral
- El colectivo Espazo Ecosocialista, que está integrado en la Alternativa Galega de Esquerdas que lidera Xosé Manuel Beiras, ha irrumpido con una propuesta disparatada en el lío del tanatorio-crematorio de la calle Arzobispo Malvar. En honor al nombre del colectivo que lidera, Xoán Hermida, ha propuesto la creación de una zona verde y recreativa en el controvertido solar, a través de un proceso de expropiación por parte del Ayuntamiento, para saldar con los impuestos de todos los pontevedreses una deuda hipotética con los sufridos residentes de aquella zona monumental. El meollo de la cuestión está en vislumbrar si Xoán Hermida ya está tomando carrerilla para las elecciones municipales del lejano año 2015, y cree equivocadamente que los buenos resultados de los comicios gallegos han dado a su grupo vela en este entierro.
La limpieza en el plan de empleo de la Diputación
- La ambiciosa propuesta de un plan de empleo para jóvenes licenciados sin experiencia profesional que lanzó en su día el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, está a punto de tomar cuerpo. O sea que pronto saldrá a la luz la convocatoria oficial con todos sus detalles, porque el calendario esbozado para su ejecución práctica contempla en su última fase que todos los elegidos comiencen a disfrutar de sus contratos-becas en el mes de enero del próximo año 2013. Desde que se anunciaron sus preparativos, las expectativas abiertas han sido enormes entre los potenciales destinatarios, pese a que las titulaciones requeridas solo abarcan una parte de la amplísima oferta universitaria. El meollo de la cuestión está en conocer al detalle sus mecanismos garantistas para una selección limpia y justa de todos los elegidos.
