-¿Qué objetivo se propone en esta nueva etapa al frente de Santa María la Mayor?

-Durante este año quiero conocer a la parroquia y a las personas que la integran, además de incorporarme a los equipos que ya están trabajando. Los primeros meses serán de toma de contacto.

-Tanto usted como Calixto Cobo sustituirán a Jaime Vaamonde, un párroco que fue muy querido por sus feligreses.

-Conozco algo la labor de Jaime Vaamonde, un hombre totalmente entregado a la parroquia. Además, destaco su gran iniciativa en muchos aspectos como la música o el trabajo pastoral con los jóvenes. Es un referente para todos y un testimonio precioso de entrega y de disponibilidad hacia el arzobispo, ya que continúa su labor en su nuevo destino.

-El hecho de que dos párrocos se ocupen de una parroquia no suele ser muy habitual...

-No es tan novedoso, de hecho, es muy frecuente. En mi caso, que llevo 14 años ejerciendo como sacerdote, siempre estuve destinado así, trabajando en equipo. Estoy muy contento de trabajar como copárroco junto a don Calixto, una labor conjunta siempre aporta muchísimo.

-Usted ocupó la Delegación Diocesana de Pastoral de Infancia y Juventud. En este sentido, ¿va a enfocar su trabajo hacia los jóvenes?

-Como párroco atenderé a todos: jóvenes, niños, personas enfermas... Lo que sí me gustaría es trabajar coordinado con el resto de las parroquias. Hay muchos aspectos que se pueden abordar de forma conjunta.

-¿A qué aspectos se refiere?

-Coordinar y establecer los mismos criterios de las catequesis, la preparación al matrimonio o la atención a las personas mayores, enfermos y discapacitados. Deben existir unos criterios comunes.

-¿Percibe que con la crisis económica hay más gente que busca ayuda en las parroquias?

La atención que las personas necesitan es, por un lado, material, pero también tiene un componente espiritual. Mucha gente puede estar pasando por un momento de depresión o soledad, por ello tenemos que ayudar a las personas desde el punto de vista espiritual. Incluso hay personas con estabilidad económica que siente un vacío muy grande. Hay mucho más sufrimiento oculto del que parece.