La Casa Museo de Colón acoge este mediodía la presentación de un nuevo libro que refuerza la tesis de la galleguidad del descubridor de América. Su autor, Carlos de Vilanova, se marca el objetivo de expandir una idea poco conocida fuera de Poio y Pontevedra. "La clave de Cristóbal Colón" defiende la idea de que el noble Pedro Madruga y el navegante eran la misma persona. "Sus vidas cierran como una cremallera", indica.

–¿Se puede demostrar que Colón no era de Génova como se asume mayoritariamente y que en realidad era de Poio, como usted defiende?

–Hay mucho mito en torno al Colón genovés. Pero eso solo es una falta de información. Cuando se conoce y se estudia un poco la tesis gallega se ve que todo encaja. Desde los documentos del siglo XIX en los que se reconoce su origen en Poio, pasando por la toponimia gallega de un centenar de lugares en América como Punta Lanzada, Río Miño, Río Xallas o Isla Santiago, que es la actual Jamaica. Los gallegos tenemos que reivindicar esta figura histórica que nos han robado. Pedro Madruga se rehabilitó como Cristóbal Colón ante Castilla y se ofreció a los Reyes Católicos para descubrir América. Pero ellos le exigieron que para ello mantuviese la identidad de su infancia, la de Cristóbal Colón.

–¿Cree que hay información relevante como para que esta tesis adquiera más peso?

–Aquí no hay fábulas ni conjeturas. No hay suposiciones ni tampoco hipótesis. Está todo en la historia. La tesis tiene dos claves. La primera, que encontró Celso de la Riega a finales del siglo XIX, demuestra que había nacido en Poio. Encontró documentos que luego fueron acusados de falsos y por eso se tumbó la tesis gallega en el mundo. Pero a principios del siglo XX se sabía que Colón era gallego. Incluso en libros de texto de algunos países de América se enseñaba así. Pero los documentos eran verídicos y no estaban manipulados, sino que fueron retocados en la imprenta por motivos técnicos. La segunda clave es el descubrimiento de Alfonso Philippot de que Colón y el noble Pedro Madruga son la misma persona. Sus vidas cierran como una cremallera: donde está uno, está el otro.

–¿Podría un genovés llegar a creer que el que consideran como su vecino más ilustre era en realidad un gallego nacido en Poio?

–Colón no hablaba italiano. ¿Cómo un genovés no iba a hablar italiano, o el que era idioma propio de Génova? Un genovés que ha vivido hasta los veinte años y pico, sale de su patria y... ¿ya no sabe hablar? Cuando Colón escribe al importante geógrafo italiano Toscanelli, necesita de un traductor llamado Lorenzo Bilardo. ¿Cómo un genovés no va a saber su idioma? Colón solo escribía en galaicoportugués, castellanizado, pero su idioma de base era el galaicoportugués. Por eso utiliza más de 500 palabras gallegas que han sido atribuidas a lusismos. Pero no, es porque era gallego. Lo de Italia es un mito que nos han robado, nos han robado al personaje histórico más relevante de la humanidad. Lo que pretendemos hacer es que fuera de Pontevedra se sepa que Colón era de aquí, porque no lo sabe nadie. Como autor del libro quiero explicar la información que hay, las pruebas son incuestionables.