El compromiso alcanzado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, de poner fin al precario estado que presenta desde hace años la Nacional 541 a su paso por el arroyo de Cabanelas, en Cotobade, se materializó ayer con la autorización por parte del Consejo de Ministros de las obras de reparación del puente que cruza este arroyo. Cabe recordar que las riadas del año 2006 habían provocado un importante socavón en la carretera y desde entonces se pusieron en marcha varias veces obras para repararlo, pero los trabajos nunca se acababan de completar en su totalidad.

De hecho, las obras permanecían paralizadas desde hace año y medio hasta que el pasado 6 de febrero los operarios y la maquinaria regresaban al kilómetro 81 de la carretera que une Pontevedra y Ourense. Las obras que están en marcha desde hace un mes tienen ahora su reflejo en este acuerdo del Consejo de Ministros, que toma razón de las actuaciones de emergencia necesarias para la ejecución de las obras. También recoge el presupuesto necesario para ejecutar los trabajos, que asciende a 985.005 euros, así como el plazo de ejecución de las obras que durarán un tiempo estimado de unos seis meses.

Actuaciones

Las actuaciones contemplan acabar los trabajos para definir finalmente la plataforma de la obra, la ejecución definitiva de la capa asfáltica del puente, la ejecución definitiva del drenaje y bordillos del puente, acabar los trabajos de ejecución de la cimentación del viaducto, construir el muro necesario para alojar la plataforma de la N-541 y la señalización, balizamiento y defensas.

A ello se suma la ejecución de los desvíos de obra y la asistencia técnica, tanto para la definición de la estructura y cimentaciones, como para el posterior control de calidad y vigilancia de las actuaciones de emergencia.

Satisfacción del alcalde

La vuelta de las máquinas al arroyo de Cabanelas fue motivo de satisfacción para el alcalde de Cotobade, el popular Jorge Cubela, quien destacaba que la reanudación de las obras ponía fin "a una tomadura de pelo" que duraba ya casi seis años, al mantener en un estado de absoluta precariedad un vial que no solo es fundamental para la comunicación de los ayuntamientos que atraviesa, sino que une dos capitales de provincia como son Ourense y Pontevedra.

Desde que las lluvias provocaron este socavón en 2006, el paso por el puente sobre la N-541 mantenía un trazado provisional. Los problemas económicos que atravesó la primera de las constructoras a las que se adjudicó la reparación, Traima, provocó la paralización del los trabajos. Ahora es la empresa Oca, la misma que ejecuta la reforma en el nudo de O Pino en Pontevedra, la que se encargará de finalizar esta obra.

Los alcaldes de Campo Lameiro, Cercedo o Forcarei se sumaron al de Cotobade y enviaron una carta a la ministra de Fomento, la pontevedresa Ana Pastor, por su "eficacia" a la hora de autorizar y ejecutar estas obras.