Madrugada ajetreada la que tuvieron los agentes de la Policía Nacional de Pontevedra y que terminó con la detención de dos individuos como autores de sendos delitos de atentado contra los agentes de la autoridad después de que golpeasen a varios agentes en dos intervenciones distintas.

El caso más grave fue el de un joven marroquí de 20 años de edad que se mostraba extremadamente agresivo y que llegó a consumir drogas ante los agentes. Acabó por golpearlos, intentar autolesionar y causar importantes daños en un coche patrulla.

Todo comenzó sobre las dos y cuarto de la madrugada cuando se recibió una llamada en la centralita de la Comisaría de Pontevedra en la que los porteros de una conocida discoteca de la calle Sagasta solicitaban la presencia policial debido a que estaban teniendo problemas con un cliente. Hasta el lugar se desplazó de inmediato dos dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía que, a su llegada, comprobaron cómo los porteros estaban intentando tranquilizar sin éxito al luego detenido, ya que le habían impedido la entrada al establecimiento ante su comportamiento agresivo y a que estaba insultando a las mujeres que se dirigían a esta discoteca.

Insultos y escupitajos

Los agentes intentaron identificar a este individuo, pero este se negó insistentemente, mostrándose desafiante con los agentes hasta que comenzó a escupir a dos de ellos y los insultó gravemente, según indicaron fuentes de la Comisaría. Incluso no se cortó a la hora de sacar una "papelina" que contenía cocaína, "esnifándola" inmediatamente ante los agentes sin que tuvieran tiempo ni a decomisarle la sustancia estupefaciente.

Su estado de agitación era tal que, en un momento dado, el individuo comenzó a golpearse contra la cristalera de un negocio contiguo a la discoteca, motivo por el que los policías procedieron a reducirlo y a esposarlo con el objetivo de evitar que se autolesionara y para evitar también que rompiese los cristales del establecimiento. Durante todo el proceso de la detención se mostró muy agresivo hasta el punto de que fue necesaria la intervención de los cuatro policías para engrilletarle y proceder a su detención, puesto que no dejaba de lanzar patadas y puñetazos a los mismos.

La cosa no se quedó ahí, puesto que durante el traslado del detenido a dependencias policiales causó graves daños al vehículo policial que lo transportaba, hasta el punto que el mismo ha quedado inservible para el servicio, según indicaron fuentes policiales.

Ingresado en Montecelo

Ante la agresividad que mostraba esta persona incluso fue necesario que recibiese asistencia facultativa y se procedió a inyectarle un sedante para, a continuación, trasladarlo hasta el hospital de Montecelo en donde ayer continuaba ingresado bajo custodia policial.

Una vez que el joven reciba el alta hospitalaria será puesto a disposición del juzgado de guardia de Pontevedra. Según la Comisaría, este joven de origen marroquí es vecino de Pontevedra y ya cuenta con antecedentes policiales anteriores.