El secretario de Estado de Defensa presidió ayer en el Museo la presentación del libro "Los caminos de la mar a Santiago de Compostela", una obra de la que es autor Feliciano Novoa Portela, al que arropó ayer no solo el "numero 2" del ministerio sino también altos cargos militares como el almirante jefe de Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo García, el subdelegado de Defensa en Pontevedra, Lorenzo Sánchez Enjamio o el coronel Javier Pardo. La gran mayoría de ellos acuden este fin de semana a Pontevedra para participar en los actos castrenses que encabezarán los Príncipes de Asturias en la Escuela Naval de Marín.

—¿Qué aporta Los caminos de la mar a Santiago?

—El Ministerio de Defensa, en su política de publicaciones, decidió hacer tres libros relacionando cada uno de los ejércitos con el Camino de Santiago. Editó la cartografía del Ejército de Tierra, que es una cartografía muy importante para los expertos, un segundo libro con fotografía aérea del Camino y faltaba el libro marítimo, que es este sobre los caminos de la mar a Santiago. Este libro es un gran homenaje a los navegantes, a los marinos, a los constructores de barcos, a toda la gente del mar que contribuyó al esfuerzo de traer desde el Báltico, Francia, las islas británicas, desde Portugal o a través del Mediterráneo, las rutas de la navegación de los peregrinos a Galicia. Esas rutas convivieron con el comercio, de modo que el libro documenta todo lo que entre los siglos IX y XV se relaciona con la tradición jacobea y tiene que ver con el mar.

—Destaca que han sido rutas de navegación, de peregrinación, de comercio, pero sobre todo de ideas...

—Eso es, el Camino de Santiago básicamente es un camino cultural y por tanto traslada todo lo que empieza a aflorar en Europa y lo proyecta sobre el arte, sobre la lengua, la arquitectura y también sobre el comercio. Y la ruta marítima con claridad meridiana transportaba peregrinos al tiempo que desarrollaba el comercio entre el norte de Europa y Galicia y entre Galicia y el Mediterráneo, con algunas etapas en Portugal y otras rutas intermedias. Y para explicar la tradición jacobea el libro hace una excursión muy divertida a toda la vieja tradición, desde la navegación del Neolítico hacia la actualidad, que nos habla de una enorme tradición de los pueblos que trabajaban y vivían en el entorno del Atlántico, de una enorme tradición marítima que enlaza con la leyenda del traslado del Apóstol sobre una barca de piedra.

—El traslado no soportaría una prueba científica.

—No lo soportaría (sonríe) como tal barca de piedra, pero los investigadores dicen que el simbolismo es que la leyenda de la barca del Apóstol enlaza con el antiguo transporte de minerales que ya hacían fenicios, griegos, romanos etc en toda esta zona, es muy interesante y el lector se lo va a pasar muy bien.