¿Qué mejor manera de pasar una mañana de domingo que recorriendo a pie el monte Castelo? Eso debieron pensar los cerca de cincuenta vecinos que ayer participaron en la ruta de senderismo organizada por la asociación sociocultural Cedofeita de Lérez.

Desde primera hora el punto de encuentro, en el atrio del monasterio benedictino de San Benito, se fue llenando de gente que, poco después, puso rumbo al pequeño monte, de 187 metros de altura.

A lo largo de tres horas y media, el tiempo en que tardaron en recorrer los diez kilómetros de que constaba la ruta, los caminantes pudieron disfrutar además del paseo, de las explicaciones del guía sobre el acueducto que llevaba el agua hasta el monasterio, conocido popularmente como "cano do cura", o piezas del arte más popular como los cruceiros de Tranca, Xicra o Benigno.

Entre los objetivos del colectivo estaba el dar a conocer la existencia de una construcción fortificada, que los textos históricos identifican como Citofacta (de la que tomaron su nombre).

Aunque en la actualidad y a causa de la "intensa acción del hombre" resulta bastante complicado encontrar restos de su existencia, la construcción formaría parte de los "elementos singulares del pasado de Lérez", apuntan.

No en vano, el "castellum" y el vecino monasterio de San Salvador de Poio habrían sido motivo de disputa, varios siglos atrás, entre el rey portugués Alfonso Henriques y el gallego León Fernando II, aseguraron los guías durante la excursión.

Pero la caminata no se centró solo en aspectos artísticos y los participantes pudieron disfrutar además de la peculiar vegetación de una zona en la que también quedarían restos arqueológicos como petroglifos, mámoas o un castro que, hoy por hoy, continúan siendo de difícil localización.