"Hicimos lo posible por salvar el barco", dice la tripulación del "Bahía de Portosanto"

"Pensé en mi familia, pasamos mucho miedo", explican

Carlos García - Pontevedra

La tripulación del “Bahía de Portosanto,” el pesquero de Marín que el martes se hundió frente a Cabo Silleiro y cuya tripulación tuvo que ser evacuada en medio de unas malas condiciones climatológicas, declararon ayer ante la Capitanía Marítima de Marín en el marco de la investigación abierta para intentar determinar las causas del accidente. Un proceso que los armadores califican como “habitual” cuando se produce un suceso de estas características.

Ante las instalaciones dependientes del Ministerio de Fomento esperaban ayer los diez tripulantes del buque, cuatro ghaneses, tres marroquíes, un indonesio y dos marinenses, los últimos en abandonar el buque. Estos dos últimos son el jefe de máquinas y el patrón, Juan Antonio Couso, quien ayer explicaba que “estamos bien, que es lo importante, perdimos el barco y nuestro puesto de trabajo y más nada”, dijo. “Pensamos que realmente se hundía, hicimos lo que pudimos para intentar salvar el barco, pero el tiempo era malo y estaba muy escorado, teníamos miedo de que se fuera a pique en cualquier momento”, comentaba ayer.

Said Ennuuainn, marroquí de 28 años, explicaba que “pasamos mucho miedo”. Explica que no sabe la causa que pudo provocar la vía de agua: “No lo sé, sobre las diez de la noche del lunes estábamos virando y empezó a entrar mucha agua, las bombas estaban achicando sin parar pero entraba más agua hasta que el barco se inundó”, explica. Asegura que en el momento en el que se produjo el percance “hacía muy mal tiempo” en la zona. “Después cogimos los cubos para sacar agua pero nada, no fuimos capaces y el patrón de costa llamó al helicóptero”, relató. Said contó como la primera aeronave “llegó rápido y se llevó a cuatro pero el segundo tardó mucho” y explica que llegaron a lanzar al agua las balsas salvavidas “porque vimos que el barco estaba muy mal”. Finalmente el helicóptero recogió a otros cuatro tripulantes y dos más que permanecieron en el buque serían izados más tarde. Los diez pudieron ser llevados sanos y salvos a tierra y el barco todavía permaneció a flote durante unas horas hasta que finalmente se hundió el martes sobre las dos de la tarde cuando era remolcado.

“Pensé en mi familia”

Otro de los tripulantes, Lahoucine Bouterhorcoucht, asegura que sólo pensó “en mi madre y en mi familia”.

La de ayer también fue una jornada para tramitar documentación con la aseguradora del barco al que la casa armadora ya dio de baja.

Un buque que sufrió numerosas desventuras a lo largo de su historia hasta tal punto que su armador se preguntaba ayer si no estaría “gafado”. El “Bahía de Portosanto” llegó a estar apresado en varias ocasiones en Mauritania. En una de ellas estuvo retenido en Nuadibú durante más de cinco meses y medio.

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