Obligados a vivir en otro mundo

Aumenta el número de niños diagnosticados con síndrome de Asperger en Pontevedra

Carlos García - Pontevedra

Cuando lo llaman no escucha, está en su mundo e incluso puede parecer sordo. No tiene capacidad para relacionarse socialmente y no mira a los ojos cuando le hablan. En los recreos suele esta solo y tiene dificultad para entender la comunicación no verbal: gestos, miradas y expresiones. Posee un lenguaje pedante, hiperformal e hipercorrecto, con un extenso vocabulario y mantiene toda su inteligencia intacta pero tiene dificultad para entender los dobles sentidos, los chistes, la ironía o las bromas. No entiende los sentimientos de otra persona y le cuesta identificar los suyos. Un leve ruido le molesta como una gran explosión.

Estos y otros comportamientos los desarrollan los niños que padecen el llamado Síndrome de Asperger, un trastorno generalizado del desarrollo que cada vez se diagnostica a un mayor número de chavales en Pontevedra. En la capital, la asociación Asperga trabaja para intentar ayudar a los padres de los niños afectados por este trastorno, todavía muy desconocido. Y es que se trata de un síndrome de reciente diagnóstico en España. Los primeros se produjeron en 1990, explica María Lores, integrante de esta asociación, "y eso todavía fue ayer". Esto provocó que hasta hace muy poco tiempo resultase muy complicado que los propios profesionales sanitarios determinaran que la causa del extraño comportamiento de estos niños pudiera deberse a esta patología. De hecho, desde Asperga explican que se han dado casos de que personas adultas de más de 50 años se autodiagnosticaron esta enfermedad recientemente.

La actividad de esta asociación de afectados es creciente. "La aparición paulatina de más casos de niños con este síndrome especialmente en edad escolar aumentó considerablemente el número de diagnosticados en la comarca de Pontevedra hasta el punto de que casi todos los centros educativos pontevedreses ya tiene algún alumno diagnosticado o en proceso", explican. En la actualidad, en la provincia de Pontevedra son 40 los niños y jóvenes afiliados a este colectivo.

Para desarrollar su actividad, la asociación Asperga obtuvo hace unos meses del Concello de Pontevedra la cesión de uso del local social de Cons como espacio de trabajo, para lo que cuentan con la Comunidad de Montes de Mourente. La necesidad de dar respuesta a los problemas de los niños afectados hizo que Asperga organizase un curso de formación voluntariado de dos jornadas, para preparar a personas que puedan servir de apoyo a los pacientes con este síndrome. La próxima actividad tendrá un carácter festivo y mañana se reunirán en este local de Mourente en una jornada de convivencia que se iniciará a las 17.30 horas.

Un niño con Asperger es un niño inocente socialmente. Por este motivo es muy importante diagnosticar correctamente este trastorno que es genético pero no hereditario. Y es que estos niños pueden convertirse en un objeto de burla o abuso por parte de sus compañeros. Un estudio hecho en Madrid demostró que el 42% de los niños que sufrían acoso eran Asperger. La prevalencia es mayor en los hombres (ocho de cada diez afectados) y es necesario tratar al niño con terapias individuales y colectivas para ayudar a superar esta enfermedad.

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