La Cruz de los Jóvenes, más cerca

El símbolo regalado por Juan Pablo II a la juventud llega a la provincia y mañana presidirá la jornada en Pontevedra

A. M. - O Salnés

En 1984 se celebró un Año Santo especial dedicado a la Redención. Con ese motivo se instaló una gran cruz de madera, de 3,80 metros de alto, en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, que presidió durante aquel año todas las celebraciones litúrgicas. Al terminar 1984, el Papa Juan Pablo II decidió regalar la cruz a los jóvenes.

Dos años después empezaron a celebrarse las Jornadas Mundiales de la Juventud, y la "cruz de los jóvenes" –como fue bautizada– les acompañó en todos los actos. Desde entonces, la cruz ha estado en todas las Jornadas Mundiales de la Juventud, así como en los escenarios de algunas de las grandes tragedias humanitarias de los últimos veinte años, como el genocidio de Ruanda, el tsunami del Índico, el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York o la guerra de los Balcanes.

En agosto del año próximo las Jornadas Mundiales de la Juventud se celebran en Madrid, y por ese motivo la "cruz de los jóvenes" está realizando una peregrinación por toda España. En verano estuvo en la ciudad de Santiago de Compostela y en las demás diócesis gallegas. Ahora recala de nuevo en la diócesis compostelana, y ayer visitó por primera vez en su historia la comarca de O Salnés. Mañana jueves esta Cruz llegará a Pontevedra, donde podrá ser venerada, entre otros lugares, en la parroquia de Santa María y en el convento de Santa Clara.

Los arciprestazgos de Ribadumia y O Salnés fueron los primeros en recibirla, y lo hicieron ayer por la tarde con una gran fiesta en el colegio de los Salesianos, en Castrelo (Cambados).

La cruz llegó sobre las cinco de la tarde, custodiada por un grupo de jóvenes y por representantes de la Delegación de Infancia y Juventud de la diócesis de Santiago. Los actos, organizados por las parroquias de la zona, fueron diversos. Así, hubo música, una merienda y tiempo para la oración.

Ya por la noche, la cruz se trasladó al asilo de ancianos de San Tomé, también en Cambados, donde "pernoctó". Para el vicedelegado de Infancia y Juventud, Javier García, declaró ayer que para un cristiano "es importante" visitar la cruz "por lo que representa, ya que es un regalo de Juan Pablo II a la juventud". Además, recuerda que se trata de una cruz "cargada de simbolismo, pues lleva consigo el sufrimiento de todos los lugares por los que ha pasado".

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