El colegio Crespo Rivas urge su adscripción al de Campolongo porque es "una necesidad"

Creen que una "mínima inversión" bastaría para que el centro de Primaria asumiera sus alumnos sin masificarse

Carlos García - Pontevedra

La comunidad escolar del colegio Concepción Crespo Rivas dio ayer su versión de la polémica que ha generado la posible adscripción de este centro al colegio Campolongo. Una postura que pasa por no renunciar al derecho que les corresponde, por ley, de que sus alumnos cuenten con un centro de referencia una vez finalizada la Educación Infantil. Derecho que, además, califican en estos momentos de "necesidad".

Fue Beatriz Hermida, vicepresidenta del APA, y Carmela Gómez, directora del centro, quienes ofrecieron la visión que tiene la comunidad escolar del Crespo Rivas en torno a la situación generada. Explican que, desde hace años, los padres de los alumnos de este centro de Infantil viven con la "incertidumbre" de desconocer cuál será el centro en el que sus hijos podrán continuar sus estudios. "Lo más lógico –explican– es que ese colegio fuese el que está aquí al lado". Fue entonces cuando decidieron iniciar el proceso de adscripción y se partió de la idea de buscar un consenso con Educación y el centro receptor para evitar la solución que se aplicó el año pasado, con una adscripción provisional a Campolongo que disgustó a todas las partes. Estas negociaciones parece que habían acabado en acuerdo, que en las últimas semanas se ha roto "no sabemos por qué ni en qué punto", de tal forma que "a día de hoy seguimos sin contar con ningún centro de referencia".

La comunidad escolar del Crespo Rivas es consciente de que la adscripción debe conllevar mejoras para el centro receptor. Incluso se mostraron de acuerdo en "aparcar las peticiones que tenemos para nuestro centro de tal forma que, en estos tiempos de crisis, se destinasen estos fondos para adecuar Campolongo para que pudiera recibir a todos los nuevos alumnos". Aseguran que con una "inversión mínima" el colegio podría estar preparado para acoger más estudiantes "sin que estuviera masificado". Incluso creen que no sería necesario eliminar ninguna de las líneas de Infantil que están en cuestión, ni la existente en Campolongo, ni las tres del Crespo Rivas. En este sentido "lo que hay es que preguntar a la administración si es que puede prescindir de 25 plazas de educación infantil en el centro de Pontevedra". En ese caso, defienden la trayectoria del Crespo Rivas como centro especializado en Educación Infantil desde hace 30 años para que se mantengan las tres líneas que tiene actualmente.

En cualquier caso, la comunidad del Crespo Rivas teme que el problema pueda ceñirse "a que no hay fondos o no se quieren gastar" para adecuar Campolongo a la nueva situación, por lo que piden que esto no sea un impedimento para su adscripción. "Primero debe situarse el bienestar de los niños, luego el de los padres, el de los profesores y finalmente el tema económico", explican. "Es un problema complejo", admiten, pero confían "en que la administración nos llame para buscar un punto de encuentro".

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