Hasta el próximo día 7 la visita al Centro de Interpretación das Torres Arzobispais es gratuita, un incentivo para animar a los pontevedreses a conocer el patrimonio arqueológico de la ciudad. El CITA es de hecho el primer edificio de la futura ruta que incluirá los restos localizados en el Campillo y el Museo da Cidade a construir en la cabecera de O Burgo.

Lo que no se esperaba la organización es rozar el máximo diario de ocupación ya en la primera jornada. A las diez no había reservas para el primer turno de visitas y la fuerte lluvia hacía presagiar una sesión sin público. "Non tiñamos reservas, pero a partir de ahí estivemos todos os turnos ao máximo de capacidade", explica el arqueólogo municipal, Xoan Carlos Castro.

Y si la organización se vio sorprendida por la afluencia de visitantes (120 durante la jornada, de un máximo de 140 diarios que pueden entrar en el CITA) el público se asombró especialmente del espacio y tras la visita manifestaba más allá de los matices su satisfacción.

"Non esperan atopar un museo destas características", señalan los responsables del CITA, a los que también han felicitado "polas pantallas táctiles, que lles permiten ver vídeos, fotos e infografías de gran calidade".

Las visitas se organizaron en grupos de 20 personas, que dispusieron de un máximo de 60 minutos en el interior del museo. La gran mayoría de estos "madrugadores" fueron pontevedreses que expresaban su pena porque las torres arzobispais, que fueron en su día el principal edificio de la ciudad, acabasen sucumbiendo bajo la piqueta en el siglo XIX. "Se cometió un gran error", indica Juana Solla, estudiante y una de las primeras visitantes, "y este centro contribuye a solventarlo en parte, al menos a demostrar lo importante que es conservar el patrimonio".

La jornada de ayer también fue el primer test de los equipos tecnológicos que incluye el CITA. Éste brinda la oportunidad de contemplar la base de la antigua fortaleza (la escarpa y la contraescarpa) así como reproducciones de cerámica, balas de catapulta etc. Se trata de restos relativamente exiguos que se completan con un programa de musealización basado en infografías e imágenes en pantallas táctiles interactivas y de un audiovisual en tres dimensiones.

"Comprobamos que non son equipos delicados senón que aguantan o uso frecuente; en todo momento ao deseñar o CITA se tivo en conta que o mantemento fose doado e asequible", añade Xoan Carlos Castro.