Además de las decenas de tapas de registro y arquetas, que se suceden una tras otra desde Campolongo hasta el acceso al centro comercial, esta calle presentaba baches y las "heridas" de viejas zanjas, lo que dejó una calzada en muy mal estado. El proyecto municipal de mejora de la seguridad vial en las calles de acceso a la ciudad, para limitar la velocidad a 30 kilómetros por hora, ha permitido no sólo instalar pasos de peatones elevados (los populares "lombos", en este caso cinco), sino también renovar por completo el asfalto, algo que agradecen especialmente los vecinos, hartos de los traqueteos constantes de las tapas de registro.

Miguel Fernández Lores, junto con el concejal de seguimiento de las obras, Luis Bará, otros ediles y técnicos municipales, inspeccionó ayer el resultado de estos trabajos y adelantó que mañana viernes se podrá restablecer por completo la normalidad en la circulación. No obstante, aún quedarán algunos trabajos complementarios, pero "sin interferir en la circulación", según Lores, que analizó con los vecinos algunas posibles mejoras para "dejar lo más operativos posibles las aceras y los accesos a viviendas y reponiendo las canalizaciones de pluviales".

"Es la calle que tiene más número de arquetas de toda la provincia en un tramo tan corto. y su pavimento estaba muy mal", explicó Lores, por lo que "hubo que repasar todo el firme". Tras esta labor y la instalación de medidas de seguridad vial, el Concello prepara ya un proyecto complementario para la "mejora de iluminación en toda la calle", añadió el alcalde, que se mostró "satisfecho" del resultado final "porque es una calle con mucho tráfico, que se va a despachar igual, pero con más seguridad". En breve se actuará también en el vial de acceso al centro comercial, hasta la rotonda ante la capilla de San Blas.

El regidor local recordó que estas actuaciones se enmarcan en un plan de mejora de seguridad vial en calles perimetrales, que supera los 800.000 euros y que incluye también, Luxemburgo y Francia en Monte Porreiro, Santa Margarita y la avenida de Lugo, en el tramo transferido por Fomento al Concello. Este plan "permite aplicar la Zona 30 a los viales de entrada y salida del centro urbano", añadió Lores, quien apuntó la posibilidad de realizar ligeras modificaciones en el acceso al colegio Juan XXIII para ensanchar en lo posible la acera en ese punto.