Están agredecidos y emocionados por las numerosas muestras y actos de apoyo y solidaridad recibidos desde el mismo momento que trascendió que Sonia Iglesias Eirín, de 38 años, había desaparecido sin dejar rastro. Por este motivo su familia, amigos y compañeros de trabajo sacan, una vez más, fuerzas de flaqueza para salir a la calle y "pedir respuestas" y para poder sentir el aliento de tantas personas que no dudaron y no dudan en pronunciarse como "somos Sonia".

A todos ellos se dirigen al convocar una manifestación bajo el lema "Todos somos Sonia". La cita es a las nueve de la noche en la plaza de A Ferrería, de donde saldrán para andar el siguiente recorrido: plaza de A Peregrina, calles Joaquín Costa, Blanco Porto y Benito Corbal para terminar de nuevo en A Ferrería. Está previsto que la portavoz de la familia se dirija a los asistentes.

Hoy se cumplen dos semanas desde que Sonia Iglesias desapareció. Sus allegados esperan con el alma en vilo el esclarecimiento del caso, quieren y necesitan saber que pasó y, hasta el momento, las pesquisas de la Policía no han dado el resultado esperado. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Pontevedra y un equipo de la Brigada de Homicidios y Personas Desaparecidas de Madrid se ocupan del caso.

Prácticamente todas las hipótesis están abiertas, reiteran desde la comisaría de la ciudad, aunque sí asumen que no estamos ante una acción voluntaria.

Sonia Iglesias desapareció en la mañana del 18 de agosto del centro de la ciudad. Fue vista por última vez por una conocida que la saludó en la calle Oliva poco antes de las once. Se dirigía a su trabajo, en una tienda de ropa, a donde nunca llegó.