Los trabajadores de AJM Carballo, adjudicataria del servicio municipal de grúa, ven en la rescisión del contrato a su empresa "el principio del fin" del conflicto laboral que los enfrenta al empresario desde hace cuatro meses. El pasado 26 de noviembre iniciaron una huelga, que aún mantienen, para exigir el pago "puntual y al día" de los salarios y la apertura de una negociación para la firma de un convenio propio que regule sus obligaciones y condiciones de trabajo.

El anuncio del gobierno local de que prescindirá de AJM Carballo y que mientras no sale a concurso la adjudicación la firma de Stex Aparki podría hacerse cargo del servicio ha sido bien acogida por la plantilla, máxime cuando hace apenas una semana tuvieron un nuevo enfrentamiento con el propietario de la adjudicataria de la grúa en el juzgado de lo Social, en donde el empresario reiteró la tesis de su demanda en el sentido de que la huelga de los trabajadores es "ilegal", en tanto en cuanto está basada en argumentos falaces ya que, en su opinión, en realidad no protestan por los retrasos en el pago de sus salarios sino que persiguen la rescisión del contrato que tiene la empresa con el concello.

Esta tesis fue refutada en sala por los trabajadores que avalaron las razones de la huelga con un informe de la Inspección de Trabajo en el que se recoge los reiterados incumplimientos del empresario con su plantilla.

Garantías

En cualquier caso el personal de la grúa se mantendrá en huelga hasta "que tengamos garantías de que la nueva empresa nos subroga y que se compromete a cumplir con sus obligaciones salariales y laborales", explicaba ayer Demetrio Chorén, portavoz de UGT, sindicato que lidera el conflicto.

En busca de una salida desde antes de la huelga

El gobierno local quiso dejar claro ayer que la decisión de relevar a la empresa AJM Carballo al frente del servicio de la grúa no obedece a la huelga que protagonizan los trabajadores desde hace cuatro meses, sino que se adoptó "mucho antes" a raíz del descontento municipal con la actuación de la adjudicataria.

Sin embargo, hasta ahora no se había acordado denunciar el contrato porque los informes técnicos disponibles advertían de que no se podía tocar este asunto mientras no se resolviera el pleito judicial que Carballo formuló hace más de cuatro años contra el anterior concurso. En todo caso, esa huelga si parece como la "gota que colmó" el vaso de la paciencia del gobierno local.

Ese concurso fue ganado en 2002 por la empresa Setex Aparki (la misma a la que ahora se ha ofrecido sustituir a Carballo), pero su concesión no se llevó a efecto porque el depósito que ofrecía no era legalizable. Pese a que esa situación permitió a Carballo seguir con el servicio, decidió recurrir el concurso. Desde entonces (alrededor de 2003), las relaciones del concello y la empresa nunca fueron buenas, con periódicas quejas por el descenso de ingresos y otros problemas.

Un aparente cambio de criterio en los informes técnicos ha permitido ahora al concello zanjar de raíz este conflicto y denunciar el contrato (que se prorrogaba año a año) para darlo por finalizado. No obstante, esa denuncia aún no se ha efectuado oficialmente.

Con respecto al depósito que Setex Aparki ofrecerá para almacenar los coches que retire la grúa, no será en el lugar actual (en la calle Rosalía de Castro), ni enfrente (donde no fue posible instalarlo en 2002). Algunas voces apuntan a que podría ser por San Blas.