Se acaban de cumplir cuatro meses de huelga en el servicio; el concello impuso hace apenas siete semanas una multa de 3.600 euros a la empresa por "incumplimientos graves y reiterados", unas deficiencias que supuestamente continúan; los trabajadores reclaman que se cambie de empresa y el propio empresario se queja del descenso de ingresos, con peticiones periódicas de aumento de la tasa. Esta "serie de hechos", así calificados por fuentes municipales, han llevado al gobierno local a decidir poner fin a los diez años de AJM Carballo al frente del servicio de la grúa.

El proceso para romper el contrato con Carballo fue adoptada hace semanas, pero se ha llevado con total discreción. Sin embargo, una carta de otra compañía, Setex Aparki, manifestando su disposición a asumir ese servicio de forma temporal y en las mismas condiciones tarifarias, ha destapado lo que parecía un secreto a voces: que el gobierno local estaba muy descontento con la concesionaria actual y era cuestión de tiempo su posible sustitución.

Tramitación administrativa

No obstante, aunque está tomada la decisión, todavía deberán darse todos los pasos administrativos que permitan cambiar de empresa. Al respecto, ya se han encargado los correspondientes informes técnicos. Por tanto, no hay ninguna fecha concreta para el posible recambio.

Las fuentes municipales consultadas han explicado que se optó por Setex Aparki porque esta firma fue la que en 2002 ganó el concurso para adjudicar el servicio de la grúa, aunque no pudo seguir adelante porque el depósito que proponía no era legalizable.

Por ello, Carballo (adjudicataria desde 1996), siguió al frente del servicio, aunque con un contrato en precario y prorrogado año a año. El hecho de que la relación del concello con Carballo no sea una concesión administrativa podría facilitar el relevo. De hecho, el gobierno local explicó ayer que "no se trata de rescatar ninguna concesión"

En todo caso, la hipotética llegada de Setex depende de que se pueda anular el contrato actual y que se cumplan otras condiciones. Además, su servicio sería temporal, hasta que se convoque un nuevo concurso y se resuelva el pleito judicial que el propio Carballo formuló contra la convocatoria de hace cinco años.

La empresa alternativa ha explicado además en su respuesta que si asume el servicio, tendrá que adquirir nueva maquinaria (las grúas actuales presentan notables deficiencias) y su amortización sería de cinco años. Si su actividad en la ciudad es menor a ese periodo, pide que esa amortización sea asumida por el concello o la futura empresa adjudicataria.

El precedente de una multa por incumplimientos

El precedente más inmediato del descontento del concello con AJM Carballo se remonta a apenas dos meses atrás, cuando a principios de febrero se impuso a la concesionaria una sanción de 3.604 euros por los "reiterados incumplimientos" del contrato, deficiencias que se centran sobre todo en la eliminación, sin autorización alguna, de una de las grúas, no respetar los horarios y disponer de menos personal del exigido. Esas sanciones no suponían entonces la denuncia del contrato con Carballo, como exigen los empleados, pero ya de aquella no se descartaba esa medida.

Según el expediente sancionador, el concello comprobó que la empresa incurrió en los siguientes incumplimientos: "supresión de una grúa sin autorización municipal desde el 16 de octubre, así como del conductor; falta de prestación de la totalidad de los servicios contratados en la mañana del día 8 de noviembre, prestando el servicio en el turno de tarde sólo con una grúa (cuando el contrato exige tres los días laborables); incumplimientos de la obligación de conservación, mantenimiento y reparación, así como de pasar las inspecciones periódicas establecidas; e incumplimientos de la obligación de disponer en todo momento del personal y de los vehículos suficientes para garantizar los turnos y horarios exigidos".

La plantilla lleva 4 meses de huelga y pide el relevo

En la resolución del expediente sancionador aplicado en febrero, el concello ya apunta que "Carballo continúa prestando el servicio de forma irregular, sin tener los medios personales y materiales suficientes para prestar el servicio en las condiciones contratadas".

Estas condiciones son, en la actualidad, de "servicios mínimos (una grúa diaria) ya que los trabajadores de la empresa se encuentran en situación de huelga indefinida". Se desprende de este documento que ni siquiera esos servicios mínimos se cumplen en un paro que cumple hoy 123 días.

Estos supuestos incumplimientos posteriores a aquella multa se presentan como uno de los detonantes de la decisión de prescindir de sus servicios. Se trata de denunciar el contrato, prorrogado año a año, y aguardar a que venza para no renovarlo.

Los trabajadores apuestan desde el primer día del conflicto por una salida de este tipo, máxime cuando Setex ha apuntado que asumiría el servicio haciéndose cargo de una plantilla que está en huelga desde el pasado 27 de noviembre.

Además de aspectos laborales y salariales, denuncian las mismas deficiencias que en febrero sancionó el concello, y estiman que la única solución para regularizar el funcionamiento de la grúa es rescindir el contrato con Carballo y elegir a una nueva empresa. Hasta ahora el gobierno local siempre se ha mostrado reacio a anular el contrato debido a que este asunto se encuentra afectado por un recurso judicial impulsado por el propio Carballo. Parece que ese obstáculo estaría ya salvado.