Anxo Martínez / O Salnés

La pesadilla que durante los últimos cuatro meses padecieron centenares de conductores y los vecinos de varios pueblos de Meis, Ribadumia, Meaño y Sanxenxo ha tocado a su fin. La conselleira de Política Territorial, María José Caride, dio instrucciones ayer para la reapertura del tramo inicial de la vía rápida de O Salnés, que permanecía cerrada desde principios del mes de febrero.

La Xunta clausuró esta carretera debido al avanzado estado de corrosión que presentaban los tubos de drenaje del agua, y las obras de sustitución se realizaron en dos fases. En diciembre, cuando Caride anunció que habría que cortar al tráfico la Vía do Salnés, calculó que los trabajos durarían cinco meses, pero al final se realizaron en cuatro.

De todos modos, la reapertura total de la Vía do Salnés, prevista para esta pasada madrugada, no significa el retorno a la normalidad. Y es que en la carretera siguen los trabajos de desdoblamiento -los actuales dos carriles se convertirán en los cuatro de una autovía- por lo que habrá que conducir extremando la precaución.

De hecho, la calzada sigue pintada de amarillo y la presencia de maquinaria pesada o de restos de tierra en la plataforma aconsejan no sobrepasar la velocidad de 80 kilómetros por hora. En algunos puntos, esa limitación será de 60.

Visita de Caride

La conselleira estuvo ayer por la mañana en Meis, supervisando las obras, y anunció la reapertura de la vía rápida. Insistió en que el corte de tráfico fue necesario, para garantizar la seguridad de los conductores y subrayó que las obras se realizaron en "un tiempo récord", gracias en parte a la estabilidad meteorológica y a que las empresas trabajaron en turnos de 20 horas diarias -aprovechando las otras cuatro para tareas logísticas- y que sólo se descansó en los días festivos de Navidad.

Caride apuntó que al final se ha cumplido con la promesa de la Xunta de tener la carretera abierta antes de Semana Santa e insistió en que este corte no se hubiese producido de no ser porque la Xunta, cuando gobernaba el PP, instaló los tubos de chapa galvanizada -que soportaron mal la corrosión- sin haber tomado la precaución de forrarlos de hormigón o de revisar, periódicamente, su estado. "Hoy se restaura una situación que nunca se debió producir", añadió.

La Consellería de Política Territorial invirtió en esta actuación unos 11 millones de euros. Ocho de ellos se destinaron a la instalación de los nuevos tubos de hormigón armado -en dos casos se instalaron unos marcos, con mucha más capacidad de agua- y a los nuevos asfaltados. Los otros tres se gastaron en la mejora de las carreteras secundarias por las que durante estos cuatro meses se desvió el tráfico de la vía rápida.

Valoraciones

El presidente de la Mancomunidade do Salnés y alcalde de Meaño, Jorge Domínguez, se declaró "encantado y agradecido" con la conclusión de las obras. Dijo que si se estudian las cosas "de aquí para delante" su valoración es "positiva", aunque recordó que, hace unos meses, él mismo había insistido en que las obras de sustitución de los tubos se podrían hacer en mucho menos tiempo que el calculado por la Xunta.

Por otra parte, Domínguez mostró su esperanza de que la autovía esté abierta para la Semana Santa de 2008. De todos modos, a día de hoy no parece que vaya a ser factible esto, puesto que la sustitución de los tubos obligó a ralentizar los trabajos de desdoblamiento. Por ello, la fecha que maneja en estos momentos la Xunta es el verano de 2008.

También se mostró exultante el presidente de la Unión de Autónomos (Upta), Eduardo Sabarís, para quien "se cumplieron las premisas de celeridad y se acabó antes de lo previsto". Los autónomos se vieron muy perjudicados por ese corte de tráfico.

No hubo alcaldes

En el acto de ayer no estuvieron presentes los alcaldes de la comarca. Caride recordó el "plantón" que le dieron los regidores del PP hace quince días, cuando vino a anunciar la reapertura del tráfico entre Ribadumia y Sanxenxo, e insistió en que "hay algunos que están empeñados en sus intereses personales".

Argumentó que no les avisó de su presencia ayer en Meis "porque era una visita de supervisión de las obras" y que durante la mañana de ayer ya le enviaron una comunicación a todos los concellos, anunciándoles la reapertura de la vía rápida.

Una "autorización" para el campo de O Terrón

Otro tema de máxima actualidad relacionado con la Consellería de Política Territorial son las obras del campo de fútbol de O Terrón. En este sentido, María José Caride manifestó que la única vía que el Concello de Vilanova tiene para legalizar las obras es que pida una autorización autonómica.

"Yo espero que las instituciones públicas sean las primeras en dar ejemplo a los ciudadanos", declaró. "Nadie le quita que sea una obra interesante, pero hay un requisito previo, que es construir donde se puede y cumplir con la legalidad", añadió.

El Concello de Vilanova y la Consellería de Política Territorial mantienen desde hace unos meses una enconada pugna en torno al futuro campo de fútbol de O Terrón.

El ayuntamiento alega que han hecho todos los trámites que debían, y que la obra cuenta con una licencia municipal, mientras que la Xunta replica que les falta el permiso de la Xunta.

Caride argumenta "esa obra está a menos de cien metros del mar y hace falta una autorización autonómica que el concello no solicitó. Las normas de urbanismo tenemos que cumplirlas todos", y agregó que "no hay que crear falsas polémicas".

La directiva de la Escola de Fútbol Base de Vilanova se reunirá esta mañana con la delegada provincial de Política Territorial, Isabel Domínguez, para intentar arreglar precisamente este problema.