Desde su cargo como vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra y como especialista en educación para la salud, Floro Andrés Rodríguez, habló ayer en el Pazo da Cultura acerca de la prevención de la obesidad y la importancia que pueden alcanzar las farmacias en su trato habitual con pacientes diabéticos y obesos.

- ¿Qué papel puede desempeñar la farmacia en una educación para la salud de la población obesa y con sobrepeso?

- La farmacia puede llegar a tener una influencia importante a través del consejo nutricional y sobre el estilo de vida saludable, la información sobre dietas correctas e incorrectas también, disuadir a los usuarios de esas dietas milagrosas que prometen maravillas y en realidad no sirven para nada o concienciarles de que la única manera de conseguir bajar peso y un peso equilibrado es una dieta sana, natural, restringida en cantidad y en calorías y un aumento del gasto mediante el ejercicio físico habitual, moderado y continuado.

- ¿En qué errores caen los ciudadanos para llegar a problemas como la obesidad?

- Los errores son básicamente en nuestra civilización el consumo en exceso de proteínas y grasas y consumo de muchísima menos fibra e hidratos de carbono de los que serían recomendables dentro de una dieta equilibrada. Ha habido un desplazamiento hacia esas proteínas y grasas, quizás por influencia de otro tipo de dietas que no son la nuestra, la tradicional, la atlántica o la mediterránea. La desviación hacia esas comidas con importantes cantidades de nutrientes que no proporcionan la misma energía pero muchísimos más peligros y problemas, son los que están haciendo que aparezca esa obesidad infantil y esos problemas que están afectando cada vez más a nuestra juventud y están llevando a lo largo de la vida.

- A la hora de plantearse una dieta, ¿lo están haciendo mal los ciudadanos?

- En general, si. El ciudadano quiere adelgazar sin esfuerzo, ese es el problema de nuestra civilización actual. Una vez que se ha ganado peso, adelgazar cuesta muchísimo esfuerzo, uno va a tener que sacrificarse comiendo menos de lo que le apetece y haciendo más ejercicio porque adelgazar es gastar más de lo que se consume, no hay otra manera. Hay que hacerlo equilibradamente, aumentar ligeramente el ejercicio y disminuir ligeramente el consumo de manera que la perdida de peso sea progresiva, gradual y que no sea excesiva de golpe.

- ¿Qué ayuda pueden encontrar en los fármacos? ¿O su uso es perjudicial en las dietas?

- Salvo en algunos casos específicos en los que se requiere medicamentos que tienen que ser prescritos por el médico como algunos que impiden la absorción de grasas, su papel no es importante en las dietas. Los fármacos no tienen un papel específico, no hay medicamentos milagrosos que hagan adelgazar de repente, va a tener que hacer el esfuerzo a base de reducir la ingesta y aumentar el ejercicio.

- ¿Cuándo empiezan a generalizarse las dietas?

- Primavera y verano, a partir de esta época, de estos días es cuando empiezan a proliferar.

"Hay que disuadir a la gente de que hay milagros"

- Desde el Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, ¿se ha notado un aumento de estos fármacos "milagro" para adelgazar?

- Nosotros llevamos mucho tiempo trabajando en campañas para disuadir a la gente de que existan milagros y creemos que estamos ya controlándolo, en las farmacias se aconseja adecuadamente sobre estos temas. Otra cosa son los medios de comunicación, a través de los cuales permanentemente se están dando mensajes de productos milagrosos que nos cuesta mucho trabajo combatir, puesto que ellos utilizan como argumento la venta en farmacias cuando en realidad no es cierta. Eso tendría que regularse desde los mecanismos que controlan la publicidad engañosa.

- ¿Cuál es el perfil de la población que los compra?

- Básicamente mujer de mediana edad, que comienza a tener problemas de sobrepeso o ha perdido la fuerza para seguir intentándolo con la dieta y el ejercicio.