El concello decide limpiar los fondos del Lérez tras negarse el Estado a su dragado

N. D. / pontevedra

La negativa de la Dirección General de Costas a autorizar una operación de dragado del río, para eliminar parte de los lodos que se acumulan en el fondo, ha obligado al concello a buscar alternativas para adecentar el río. Después de dos años de obras para eliminar la mayor parte de los vertidos, el gobierno local ha decidido contratar a un equipo de submarinistas profesionales para afrontar una campaña de limpieza manual de los fondos y completar así un proceso que comenzó en el verano de 2003.

Se trata, en esencia, de peinar el río para retirar la basura acumulada durante años: neumáticos, vallas de obra, bicicletas, algún electrodoméstico y otros muchos desperdicios enterrados en el fango y que asoman cada vez que baja la marea.

La operación, aunque aparentemente sencilla, entraña diversas complicaciones, derivadas sobre todo de la gran acumulación de lodos y sedimentos, que dificultarán los trabajos, y de las traicioneras corrientes del Lérez, que obligarán a tomar precauciones con los submarinistas.

Primer tramo

Las previsiones del concello apuntan a comenzar estos trabajos la próxima semana y el primer tramo de actuación será el comprendido entre el puente de A Barca y la pasarela peatonal de A Xunqueira. En próximas etapas se podría seguir río arriba.

Con esta operación, se pretende poner el colofón final a las obras de saneamiento de los ríos Lérez y Rons, y las marismas del Alba que el concello inició en el verano de 2003 y que se han demorado más de lo previsto.

La conclusión de estos largos trabajos se celebrará con una Festa do Medio Ambiente, para la que ya se ha fijado una fecha: el 12 de noviembre, a orillas del río, si el tiempo lo permite. En caso contrario se haría en el recinto ferial. Esta fiesta, que ya ha comenzado a diseñarse, contará incluso con componente musical.

No obstante, sin un dragado en profundidad no estará completa la regeneración del río. Hace varios meses el concello planteó a la Dirección General de Costas la posibilidad de actuar de forma intensiva en los fondos tanto del río como de la ría, pero el Estado desaconsejó de plano esa opción.

Alterar el ecosistema

Según sus explicaciones, el dragado alteraría al ecosistema marítimo-fluvial y sería contraproducente puesto que removería los lodos y podría sacar a la superficie residuos industriales y pesados, procedentes sobre todo de Tafisa.

Ante la negativa al dragado, Costas propuso depositar arena limpia (medida que descarta el concello ante el escaso calado actual del río con la marea baja, que se vería aún más reducido), o dejar que la propia lenta regeneración del río actúa durante años hasta recuperar su antigua fisonomía.

Esta segunda opción tampoco se considera aplicable al Lérez debido a la notable cantidad de sedimentos que arrastra la corriente desde el curso medio.

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