El pleno aprobó, también por unanimidad, la cesión a la asociación de vecinos de Pontemuiños del centro social del barrio (anteriormente propiedad de Celulosas), por un período de 15 años. El inmueble es de titularidad municipal, tras un convenio con la fábrica pastera, y el concello se ha hecho cargo de la restauración del edificio, con obras de adecentamiento, pintura e iluminación, así como la solución a las filtraciones de humedades que recibía por la terraza superior.

Los vecinos gestionará el inmueble, si bien no podrán hacer ninguna reforma sin autorización del concello.

En este punto, el edil de Patrimonio hizo un exhaustivo repaso a todos los locales sociales y casas de cultura construidos, cedidos o habilitados por el concello en todas las parroquias y barrios del municipio, así como los menos que quedan por hacer y que ya están proyectados.

Una larga lista que el edil del grupo popular José Manuel Fernández calificó de autocomplaciente, para a renglón seguido recordar que algunas de ellas quedaron proyectadas y presupuestadas por el anterior alcalde, Juan Luis Pedrosa.

Veiga puso en duda que con los 15 millones de las antiguas pesetas consignados en 1999 por el equipo de Pedrosa para centros culturales, se pudiesen hacer todos los hechos en estos últimos seis años por el gobierno de Lores.