Un nuevo gobierno, de distinto color político, en la Xunta y el ecuador de su mandato marcarán un punto de inflexión en la gestión de Rafael Louzán al frente de la Diputación de Pontevedra. A partir de ahora la institución apostará por una "política de austeridad", entendida por el presidente provincial como "una mayor atención a las cuestiones importantes, a la colaboración con los concellos para sacar adelante proyectos básicos como, por ejemplo, el saneamiento o la creación de suelo industrial".

Para primar estos "proyectos básicos", la Diputación retrotraerá dinero de iniciativas tales, por ejemplo, las de promoción turística, toda vez que el Patronato "Rías Baixas" está a pleno rendimiento y cuenta con una sede-referencia como es el Palacete de las Mendoza "que no sólo es señera de la provincia, sino que incrementó notablemente el patrimonio de la casa", indicó Louzán.

El presidente provincial recordaba ayer que la Diputación ha invertido 56 millones de euros en sesenta concellos de la provincia, además de otros 6 millones sólo en Vigo y Pontevedra, municipios con los que la institución provincial firmó sendos convenios singulares de colaboración.

"No disminuirán las inversiones, sino que se redistribuirán y se buscará financiación adicional cuando sea necesario" aclaraba ayer Rafael Louzán para a continuación recalcar que la Diputación seguirá invirtiendo en programas sociales, en cultura, deportes y en infraestructuras.

En la reconducción de las prioridades jugará un papel determinante las directrices que emanen del plan estratégico provincial, cuyas conclusiones se darán a conocer el próximo mes de septiembre.

Louzán Abal definió ayer su actuación al frente de la Diputación de Pontevedra como "coherente, regida por la equidad y el buen trato a todos los concellos y asociaciones, independientemente de cuál fuese su color político". Una línea que mantendrá en los próximos dos años y que le hacen expresar su confianza en que "no tendremos problemas con el nuevo Gobierno gallego, a quien tiendo la mano y con el que espero tener una buena relación institucional".

Como prueba de buena fe, el presidente provincial afirmaba ayer que tanto él como su partido, el PP, ahora en la oposición, esperarán "100 días o por lo menos hasta después del verano" para evaluar la actuación del gobierno de Pérez Touriño. "¿es lo correcto, no?", apostillaba.

Además, añadió, cuando pase un tiempo prudencial, solicitará una entrevista para presentarse e iniciar lo que considera una

necesaria relación interinstitucional.

Gestión premiada

A la hora de hacer balance de la primera mitad de su mandato, Rafael Louzán alabó la profesionalidad de los funcionarios de la Diputación, a quien responsabilizó de "éxito" de la gestión de la institución. Un buen hacer que fue premiado con 2,1 millones de euros por el Ministerio para las Administraciones Públicas.

Rafael Louzán citó como hitos de su gestión al frente de la Diputación, entre otros: la captación de fondos comunitarios para proyectos auspiciados por la Diputación; la potenciación y ampliación del Museo de Pontevedra que es un reflejo de su apuesta por la cultura; la próxima construcción de 30 campos de fútbol de hierba sintética que evidencia su política de promoción del deporte; la creación parques comarcales de bomberos (Deza, O Salnés, O Morrazo... y en futuro el del Baixo Miño); la mejora continua de la red provincial de carreteras y en especial de las travesías urbanas o el traspaso definitivo de centros como el instituto Príncipe Felipe a la Consellería de Educación o el fin del pago a Sanidade por los hospitales transferidos en1996 (Provincial de Pontevedra y psiquiátrico de O Rebullón, de Vigo).

Como proyecto más inmediato para la segunda mitad de su mandato Louzán anunció la próxima adjudicación del diseñó de urbanización del futuro polígono industrial de Barro-Meis, al que concurren once empresas. Este polígono ocupará dos millones de metros cuadrados.