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Construir una casa tiene lista de espera y es un 40% más caro al caer la oferta y la mano de obra

La Asociación Gallega de Construcción asegura que el 85% de los obreros tienen más de 45 años, se han registrado numerosas jubilaciones y el tiempo para empezar a realizar los trabajos va de un año a un año y medio

Trabajadores procedentes de otros países, en una obra en Ourense.

Trabajadores procedentes de otros países, en una obra en Ourense. / IÑAKI OSORIO

Ourense

El precio medio para construir una vivienda en Ourense se ha convertido en un auténtico reto para constructores y en especial para los particulares, pues según arquitectos y otros profesionales del sector como la Asociación Gallega de Construcción (Agalco), han subido hasta 40% desde hace poco más de un año según reconocen el presidente de Agalco, Salvador García.

Los precios, que hace poco más de un año podrían rondan entre los 1.000 a 1.200 metro cuadrado para una vivienda unifamiliar de gama media, no bajan de los 1.500 euros el metro cuadrado, precio que puede subir hasta los 1.800 o más dependiendo de las distintas calidades de los materiales elegidos. Son cifras en las que, según Agalco, no se incluyen ni el precio de la compra del terreno, proyecto de arquitectura o licencias y tasas municipales, que pueden oscilar entre el 4 y el 7 por ciento de la ejecución material.

«Es cierto que las subidas pueden superar en algunos lugares incluso ese 40%, porque el gran problema que estamos viviendo es que no hay mano de obra paro cubrir la demanda. El último estudio de la construcción ya mostraba que el 85 de los trabajadores de la construcción tenían más de 45 años, pero en este tiempo se han jubilado muchos y la media de envejecimiento ha crecido. Cuando se va un profesional cualificado del ámbito de la construcción en cualquier rama: encofrador, pintor escayolista, lo que sea, no hay relevo. No tenemos otro remedio que traer a personas de otros países, aunque nos tengamos que ocupar s luego de formarlos» explica Salvador García. «Pero el gran problema que tenemos es la lentitud en la tramitación de los papeles. Eso nos complica, porque como empresas no podemos arriesgarnos a contratar a personas en negro»·.

En este contexto, las listas de espera de las empresas para iniciar la obra contratada con un cliente, pueden oscilar según el presidente de Agalco entre el año y el año y medio».

La situación, que es compleja en todo el ámbito nacional por la falta de un relevo generacional y afecta a todos los oficios, tiene un problema añadido en Ourense como es la caída del Plan General de Ordenación Municipal, anulado desde 2011, lo que hace que se esté trabajando en base a un PXOM del 1986 que no brinda seguridad jurídica y ralentizó la oferta.

A eso se suman una media de espera para la concesión de licencias que están entre las más altas de Galicia en la ciudad, según la patronal gallega de empresa inmobiliarias y rondan los dos años. Hay divergencias, no obstante, y mientras algunos arquitectos y constructores, afirman que esa espera es muy superior a dos años, otros aseguran que es inferior, salvo cuando según la ubicación s precisen informes favorables de otras administraciones.

«Hay carga de trabajo, por eso ya no se atiende el arreglo o obra pequeña»

La carga de trabajo de las pequeñas y medianas empresas, las que antes se ocupaban de las habituales «chapuza» o arreglos menores en domicilios particulares, también está siendo un problema, pues están dejando de lado estas obras «menores» para cumplir sus agendas de trabajo.«Yo mismo he sufrido este problema en la reforma de una vivienda en Castro Caldelas. Año y medio tardé en contra un obrero en la zona, y al final fue por contactos familiares» indica el presidente de Agalco.La razón es que «las empresas constructoras, según su tamaño, se centran bien en hacer grandes obras públicas, o en cumplir su lista de encargos de nueva construcción y en llevar reparaciones de grandes comunidades. Para quedar mal con un cliente particular al que no le puedes hacer ese arreglo, ya no le coges el trabajo. Es así de triste» indica Salvador García.«Aunque nosotros contamos con nuestra plantilla, más o menos fija, siempre es necesario suplir bajas laborales, y en este sentido nos está funcionando muy bien los trabajadores de países latinos, por el idioma, y son también muy buenos y resolutivos los senegaleses, al ser físicamente muy fuertes. Pero a solución para que se puedan cumplir más rápidos las contratas y atender a todos, es por agilizar la legalización e n España de estas personas». Le preocupa además como «la falta de un plan de urbanismo aprobado, como pasa en Ourense o pasó en Vigo, causa un daño de importantes perjuicios económicas para esas ciudades.

«Es exagerado tanto incremento aunque subieran los materiales»

El arquitecto ourensano Alberto de Paula ratifica que si ha habido una progresiva y preocupante subida de coste de la construcción. «Lo que podría estar hace un tiempo en los 1.000 euros el metro cuadrado, supera ahora los 1.500, y aunque suban los precios de los materiales de construcción, la verdad parece que a veces no se justifica ese sobrecoste».En cuanto al tiempo de demora en la consecución de una licencia de obra en Ourense, otro de los lastres en el ámbito local, para Alberto de Paula es «excesivo hablar de medias superiores a dos años de espera para una licencia en el Concello; hay que estar pendientes, preocuparse, pero tenemos muchas obras en marcha y los tiempos son inferiores». Si puede complicarse la concesión de una licencia, indica, cuando entran otros factores determinados por la ubicación de esa vivienda, que precisen también el aval de Patrimonio o del organismo de cuencas, además de la licencia del Concello «ahí los plazos si se pueden elevar».Reconoce que lo que si pesa y retrasa los tiempos de espera «es esa falta de obra. Estamos en un momento social distinto, en el que prima trabajar menos».En este contexto reconoce que está habiendo un auge de otros modelos constructivos como el prefabricados, n modelo de construcción que hace innecesario disponer de esa mano de obra diversificad, pues parte de un modelo mecano o de ensamblaje, pero al aumentar la demanda de este modelo aumentó también la espera.

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