Condenado a 15 años de prisión un ourensano que violó a su hija con discapacidad chantajeándola con la táblet

La Audiencia Provincial de Ourense impone la máxima pena posible, 15 años de prisión, a un hombre que violó a su hija con una discapacidad del 40% —tiene trastorno del espectro autista y un retraso madurativo—, cuando esta víctima especialmente vulnerable tenía entre 10 y 11 años.

Ocurrió en el domicilio familiar. El agresor sexual, que tiene 44 años en la actualidad y está en prisión provisional desde junio de 2024, empleaba «técnicas manipulativas» —según consideran probado los jueces— para lograr agredir sexualmente a su propia hija.

Los magistrados le imponen la máxima condena de cárcel que les permite la ley, porque este individuo «atentó de manera reiterada» contra la indemnidad sexual de la perjudicada. El encausado es «merecedor del máximo reproche punitivo». La chantajeaba en relación al uso de la táblet. Le decía a la niña que para poder utilizar el dispositivo debía acceder a que él la agrediera sexualmente.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Ourense, que no es firme y admite recurso de apelación al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), establece más medidas contra este acusado. La sala impone 5 años de libertad vigilada, así como la inhabilitación para el ejercicio de los derechos de la patria potestad durante diez años. La condena conlleva inhabilitación para cualquier profesión, oficio o actividades que conlleven contacto con menores de edad, durante un periodo de 20 años. El procesado tampoco podrá aproximarse ni comunicarse con su hija durante 18 años y, además, deberá abonarle una indemnización de 15.000 euros.

Cuando la madre se enteró de todo, tras encontrar un bote de lubricante bajo la cama de la víctima, y escuchar de boca de la niña lo que había ocurrido, él le reconoció por teléfono sus abominables actos y le dijo que se entregaría a la Policía. Fue detenido ese día.

En la indagatoria de la parte final de la instrucción, así como en el juicio, el delincuente solo admitió tocamientos. Tras analizar todas las pruebas, tanto las declaraciones como los informes, los magistrados de la Audiencia de Ourense llegan a la conclusión de que el agresor sexual no solo efectuó a su hija esos abusos que él reconoce, sino que también la violó en varias ocasiones.

Los terribles hechos tuvieron lugar en el domicilio familiar, desde el verano de 2023 a junio de 2024, cuando la madre se enteró. Se aprovechó de la vulnerabilidad de su hija, por su discapacidad, y del hecho de convivir con ella. El acusado «no presenta ninguna alteración cognitiva ni volitiva», concluye la Audiencia. El acusado apeló a supuestos abusos sexuales ocurridos en su familia, que él no sufrió, «no alteraron en modo alguno la conciencia de la realidad del acusado, siendo este perfectamente consciente de su actuar antijurídico y de lo reprobable de sus actos», subrayan los jueces.