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Un apagón intermitente deja sin luz a 700 puntos de suministro en Ourense

Una avería en un tramo subterráneo de la calle Polvorín provocó microcortes durante más de 7 horas | La maoyría de los comercios perdieron la facturación de la mañana

El apagón interrumpió la actividad comercial.

El apagón interrumpió la actividad comercial. / I. O.

Ourense

La mañana de un día semanal cualquiera se paraba en un instante al verse apagadas las bombillas que rara vez se ven sin luz. A eso de las 11 horas, escaparates a oscuras y ascensores sin funcionar en diversos puntos de la ciudad activaban la alerta en As Burgas. Los ourensanos dependientes de los hasta 700 puntos de suministro afectados por el corte eléctrico de ayer tuvieron, cómo no, la sensación de que tocaba revivir el apagón del 28 de abril. Muchos recurrieron a la misma práctica que hicieron aquel día: contactar con sus conocidos de otros territorios para saber si la situación era extendida. Muchos no llegaron a escribir cuando ya regresó la electricidad, pero cuál sería su sorpresa al ver como la energía de nuevo se evaporaba.

Esta fue la situación que miles de vecinos de la ciudad áurea vivieron durante toda la mañana por el apagón intermitente, que segundo Naturgy, se produjo a causa de una avería en un tramo subterráneo en la calle Polvorín a las 10.53 horas. Esto derivó en múltiples microcortes de luz, de 5 o 10 minutos, que llegaron a todas partes de la ciudad. O Vinteún, As Lagoas o O Couto vieron su energía suspendida en algún espacio matinal, y en los concellos de Barbadás y San Cibrao das Viñas también se sintió el fallo.

Camila Rodríguez en su ‘sex shop’ a oscuras. |  Iñaki Osorio

Central de Fenosa en O Polvorín, epicentro de la avería. / David Alján

Un fallo que llegó incluso al CHUO, pero que afortunadamente no tuvo consecuencias en la actividad del complejo hospitalario. Aunque los pacientes y el personal sí que notaron el parpadeo de las luces, los autógenos se activaron automáticamente para no causar ningún inconveniente.

El corte llegó también a lo académico, pues a primera hora de la mañana, el transformador del edificio de Ferro de la UVigo sufrió una incidencia que trastocó la normalidad de la jornada. Aunque las luces no se apagaron, la conexión Wi-Fi y la corriente eléctrica se inhabilitaron, obligando a suspender varias clases. La incidencia afectó a otros pabellones anexos, pero sin gran repercusión para sus grupos docentes.

Pero quienes si vieron las consecuencias de los microcortes fueron, una vez más, los comercios. Cientos de tiendas vieron perdida gran parte de su facturación matinal al no tener disponibles sus TPV’s para cobrar con tarjeta de crédito. Y para aquellos que aún conservan la cada vez más fabulística costumbre de llevar efectivo encima, el panorama no invitaba a comprar. Buena fe de ello da la emprendedora Camila Rodríguez, que vivió esta exacta situación en su sex shop de la calle Santo Domingo. Durante una hora y media, vio como la luz intermitente convertía la jornada de trabajo en una «mañá desastrosa», y mientras compartía miradas atónitas con sus compañeras de locales vecinos, reprochaba el impacto que tiene la incidencia al colectivo de los autónomos: «Xa estamos o suficientemente puteados como para que nos puteen coa luz tamén», rezó.

Central de Fenosa en O Polvorín, epicentro de la avería.

Camila Rodríguez en su ‘sex shop’ a oscuras. / Iñaki Osorio

La suerte que tuvo Camila de llevar una tarde sin problemas no la disfrutaron en la parroquia epicentro de la avería. Los fallos en 240 puntos de suministro, la mayoría pertenecientes a O Polvorín, seguían sin estar solucionados a las 13 horas, y no fue hasta las 17.13 que Naturgy dio por zanjado un apagón sin grandes daños, pero sí leves traspiés.

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