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Un apocalipsis de amistad y talento: el viaje literario de Martina Navarro

La ourensana de 9 años presenta su primer libro, escrito e ilustrado por ella, donde sus compañeros y su profesora se convierten en protagonistas de una aventura zombi

Martina Navarro, mostrando la portada de su propio libro, que ella también ilustró.

Martina Navarro, mostrando la portada de su propio libro, que ella también ilustró. / Iñaki Osorio

Ourense

Una esmeralda, un pasadizo secreto y una clase entera con superpoderes. Así comienza «Mistery School, apocalipsis zombi», el primer libro escrito e ilustrado por Martina Navarro Araujo, una ourensana de apenas nueve años cuya imaginación ha traspasado las paredes del aula para convertirse en literatura.

En el Colegio de Prácticas lo que empezó como un proyecto personal se ha transformado en una celebración colectiva: una historia de amistad, valentía y zombis que ha unido a toda una clase, a su profesora y a una comunidad educativa orgullosa de la creatividad de sus alumnos. «Lo decidí hacer por la conexión tan grande que tenía con mi clase», cuenta Martina con una mezcla de timidez y entusiasmo.

Esa «conexión» lo atraviesa todo: cada página del libro, cada dibujo, cada línea de diálogo entre los personajes porque en «Mistery School, apocalipsis zombi» los protagonistas no son inventados, son sus propios compañeros — «Lucas, Sara, Aarón, Martina Pérez., Marta, Clara…»—, convertidos en héroes, en animales e incluso en muertos vivientes. «Hay una invasión zombi que pasa en 2025», explica la joven autora, como si hablara de una realidad perfectamente posible porque en su universo lo es, «me decidí por escribir porque quería que todos supiesen lo que yo imagino. Escribo mucho, pero esta es la primera vez que la historia tiene inicio y final», dice.

La historia nace de un hallazgo mágico: una esmeralda escondida en un pasadizo secreto del colegio, que desata una aventura fantástica con poderes sobrenaturales, misterios y giros inesperados. Pero, por encima de todo, hay un mensaje poderoso: la amistad como fuerza transformadora.

Martina comenzó el libro en noviembre y dedicó meses a completarlo. «Lo hice en mi tiempo libre en casa», explica. Aunque le encanta escribir, confiesa que su verdadera pasión es dibujar: «No sé si puedo elegir, es una pregunta muy difícil, pero creo que me gusta más dibujar, un poco más, aunque en este libro me gusta mucho lo que he escrito».

Una de las figuras clave de esta historia —dentro y fuera del libro— es Marta Marín, su profesora y tutora, a quien Martina quiso homenajear incluyéndola como personaje y como presentadora de su primer evento, porque ayer el Centro cultural Marcos Valcárcel albergó la presentación de su obra. «Siempre me ha apoyado en mis ideas, se metía en mis historias, me ayudaba... Entonces decidí meterla en el libro, es muy buena y nos apoya mucho», ensalza Navarro.

La profe aparece en la novela como una zombi con el poder de lanzar enredaderas. Las mismas que emplea en la vida real para atrapar a todo su alumnado que ayer no se perdió la cita en el centro cultural para abrazar a maestra y compañera. «Es la primera vez que presento un libro y no un libro cualquiera, el de una estudiante muy joven que ya desde el primer día mostraba su talento. Tiene mucha curiosidad por todo y todo está en ella, me siento muy orgullosa de que me dejase acompañarla en esta experiencia», contaba Marín entre achuchones de los pequeños, rodeada de los cuales afirmaba que «Martina cree que yo la ayudé, pero todo el mérito es de ella, es su historia y fue ella la que nos dejó entrar a los demás».

«La profe nos da superpoderes», cuenta Martina emocionando a una docente que celebra «la imaginación es tan desbordante como el talento y las ganas» y los pocos nervios, porque era la segunda presentación de la escritora: «lo leí en clase y cada uno de mis compañeros tiene una copia del libro. Ellos también forman parte de la historia».

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